"¡Rafa Benítez, lo lo lo lo lo lo, Rafa Benítez, lo lo lo lo lo lo, Rafa Benítez!". Mestalla recibió al héroe de la Liga de 2002 y el Doblete de 2004 por todo lo alto. El valencianismo se olvidó de su condición de entrenador del Real Madrid y se entregó en los prolegómenos del encuentro a una de las leyendas vivas de la historia del Valencia. El madrileño comenzó a recibir los primeros aplausos en la Avenida de Suecia cuando el entrenador bajó las escalerillas del autobús y entró al estadio. El jugador de nuevo recibió los apalusos de la grada cuando saltó al césped para sentarse en el banquillo visitante. El opuesto al que se sentó durante aquellas míticas tres temporada. Rafa recibió el calor de los aficionados de la tribuna que le vieron saltar al césped de cerca. Gary Neville le estrechó la mano, pero el momento más emotivo se produjo cuando Benítez se reencontró con el mítico Españeta. El utilero se fundió en un abrazo con el que fuera su entrenador a principios de la década. También tuvo un saludo especial para el ATS Pepe de Los Santos y el que fuera también su preparador del porteros José Manuel Otxotorena.

Fue en el minuto cuatro, con el partido ya empezado, cuando comenzó el verdadero homenaje a Rafa Benítez. El balón ya rodaba, pero el valencianismo no se olvidó de su vuelta a Mestalla once años después. Fue en ese momento cuando todo el estadio comenzó a corear su nombre. "¡Rafa Benítez, lo lo lo lo lo lo, Rafa Benítez, lo lo lo lo lo lo, Rafa Bénítez!". El estadio blanquinegro aplaudía con el corazón al que fuera el entrenador del mejor Valencia de la historia. En ese instante se desplegaba una espectacular pancarta en el fondo de la Curva Nord. El grupo joven de animación hizo durante las navidades una leyenda para agradecer sus éxitos en el Valencia. El lema era el siguiente: "Rafa, nos regalaste los mejores años de nuestras vidas, gracias!". Además, en la pancarta se veían las tres copas que Benítez conquistó al frente del Valencia: las Ligas de 2002 y 2004 y la Copa de la UEFA de 2004 ganada al Marsella en el estadio Ullevi de Goteborg.

Silbidos para Cristiano e Isco

Rafa Benítez se llevó los aplausos de Mestalla. Todo lo contrario que Isco Alarcón y Cristiano Ronaldo. Ambos se llevaron los silbidos de la grada. Sobre todo cuando el portugués desaprovechó una oportunidad en la segunda parte. Mestalla defendió a los suyos y estuvo a la altura de las circunstancias en todo momento. Llenó las gradas del estadio y brindó un recibimiento espectacular al equipo a su llegada al estadio. Alrededor de dos mil personas estaban esperando al equipo en la Avenida de Suecia, dos horas antes del partido, para alentar a los suyos con cánticos, banderas y bufandas al aire y mucha ilusión. Los dos momentos álgidos de la noche fueron los gol de Parejo y Paco Alcácer, la roja de Kovacic y el pitido final.

El comportamiento de la afición del Valencia fue exquisito y no hubo que lamentar ningún incidente de gravedad durante la noche en el campo. Por otra parte, alrededor de cien aficionados del Real Madrid estuvieron en la grada de Mestalla en todo momento controlados por el cordon policial de la entidad.