Siempre pasan cosas distintas cuando Zakaria Bakkali (Lieja, 26 de enero de 1996) está en el campo. La rocambolesca recta final vivida ante el Rayo insiste en esa idea. No es el futbolista más ortodoxo pero, a su manera, casi siempre consigue generar pequeñas revoluciones durante los partidos. Tras más de un mes frenado por una pubalgia, el belga ha regresado dispuesto a añadir el registro del descaro, la alegría en el regate, el centro, la diagonal punzante y las carreras por la banda hasta línea de fondo. Es un extremo natural y se siente.

Bakkali debutó a las órdenes de Gary Neville ante el Granada; jugó la segunda parte y provocó el penalti que Pablo Piatti transformó en el 0-3. Se notó su falta de ritmo, pero las sensaciones fueron buenas jugando por banda derecha. Ante el Rayo, Gary echó mano de sus chiribitas para agitar el sistema defensivo de Paco Jémez. Con poco más de ocho minutos, entró por Barragán para actuar en la izquierda por delante de Pablo Piatti. La apuesta funcionó. Seis minutos después, se convirtió en el socio perfecto para Paco Alcácer. El delantero de Torrent recogió un balón largo y lo convirtió en oro. Abrió de cabeza a la izquierda para Bakkali, que saltó en dirección al área; su envío con la zurda fue preciso en dirección a la ´zona Alcácer´, donde Paco no falló. Por segunda vez está temporada, Zakaria y el ´9´ se encontraron para producir puntos para el Valencia, cuatro? por ahora. Uno, ante el Rayo. Más los tres de El Molinón, donde el globito del belga „aprovechando un rechace mordido tras un disparo de Feghouli„ en el pico del área pequeña, generó el 0-1 final en el minuto 91. Ante el Sporting, Nuno le dio entrada también con ocho minutospor delante y encontró una asistencia clave.

Aprovecha sus minutos

El papel de revulsivo le va perfecto. Es un agitador nato y su entrada recicla tendencias; siembra dudas y consigue poner nerviosos a los rivales. No todos los futbolistas son capaces de saltar fríos y producir ese tipo de explosiones. Zakaria ha aprovechado los 596 minutos que ha jugado entre Liga y Copa.

En el choque liguero ante el Granada también funcionó en una de sus cuatro titularidades. En el minuto 26, Bakkali sacó un córner, su centro terminó rechazado, Cancelo recogió el balón en tres cuartos y abrió de nuevo para ´Bakki´ que desde su perfil „es diestro„ puso un balón perfecto al segundo palo para el planchazo de Mustafi. Aquella segunda asistencia del curso sirvió otro pase de tres puntos (1-0).

En busca de su ritmo

Hasta ahora, las pilas no le han durado más allá de la hora de partido. En el apartado físico tiene mucho margen de mejora, después de su regreso a la acción, la idea es medir bien los pasos. Después de un año marginado en el PSV Eindhoven, su puesta a punto es progresiva y su evolución se sentía partido a partido, hasta la pubalgia. Sus acciones estaban ganando en continuidad. Su juego es muy explosivo, exigente para sus piernas y todavía no tiene el motor a tope. Es cuestión de entrenamientos y partidos.

La toma de decisiones es otro de sus retos. No puede hacer siempre la misma acción „por bien que ejecute la diagonal de izquierda a derecha„ y atraverse a jugar con las dos piernas, porque se convierte en un futbolista previsible para sus marcadores. Tiene que alternar variantes, como hizo ante el Rayo, donde „por fin„ rompió buscando la línea de fondo y utilizó la zurda para centrar. Banda derecha o izquierda, zurda o diestra, diagonal y disparo o arrancada y centro. Poquito a poquito, Bakkali suma. Con tres asistencias ya es el mejor jugador del equipo en este apartado, sólo superado por Alcácer.