El Valencia CF ya está en marcha. La dirección deportiva ha pulsado el botón de activo en el mercado de invierno y está trillando opciones, estudiando fórmulas para reforzar la plantilla. El club ya ha interpelado a la Liga de Fútbol Profesional para calibrar el margen de maniobra que el reglamento de control económico de la LFP le concede para actuar. La mala noticia es que el Valencia navega sobre el límite del tope salarial y la diferencia dibuja una frontera realmente corta para emprender según qué operaciones. No hay por donde estirar. El colchón que podría ofrecer la ampliación de capital acometida por Peter Lim no entra en vigor hasta después de esta ventana. En este contexto, Suso García Pitarch está obligado a realizar ingeniería de mercado. Además, el primer equipo sólo tiene una ficha libre del primer equipo, el dorsal número 13; la escena insiste en una dirección: para inscribir nuevos fichajes tiene que haber salidas, cuestión que tampoco es tan sencilla ahora.

García Pitarch y Neville trabajan para clavar la operación perfecta. Tiene que ser bueno, bonito y económico. No se buscan cromos o simples nombres; se quieren hombres. Los valores que deben converger están claros. Se buscan futbolistas capaces de impulsar un salto de calidad real, fiables, profesionales hechos, que aseguren rendimiento inmediato y ejerzan como modelo en una plantilla necesitada de más referentes sólidos. Los técnicos han detectado que hace falta ese jugador al que pasar el balón en los momentos de duda, una brújula calificada para descargar a los más jóvenes de presión, ayudarles a crecer, producir o consolidar liderazgos emergentes y ayudar a restaurar el tejido competitivo.

Traer un Tiago, un Miranda

No es sencillo, aunque no se renuncia a nada? Vale como modelo la vía Seydou Keita. El jugador al que hace dos eneros Rufete recuperó del Dalian Aerbin chino, con 34 años, para fundirlo como pilar maestro en la plantilla, que Juan Antonio Pizzi heredó de Djukic. Parejo -por ejemplo- ofreció lo mejor de su fútbol a su lado. Entonces se cerró a Otamendi (cedido al Atlético Mineiro hasta junio), Senderos (libre), Vargas (cedido) y Vinícius (Cruzeiro, por 3,5 millones de euros). El momento no admite comparación; no hay margen ahora. La calidad de verdad, vale mucho dinero y más a mitad de temporada. García Pitarch tiene sus propias referencias y son sólidas, interesantes. Para el Atlético consiguió a un ´capo´ como Tiago cedido desde la Juve y ató un zaguero referencial como Miranda para que llegara libre al Calderón. Justo lo que hace falta.

N´Koulou para reforzar la zaga

Una de esas oportunidades de mercado es Nicolas N´Koulou.

El defensa central camerunés termina contrato el 30 de junio y la única fórmula que el Marsella tiene para sacar dinero es traspasarlo ahora. Se negocia por tres millones de euros, aunque podría llegar a parametro cero en verano. Con 25 años, guarda condiciones muy interesantes y levantaría el nivel de la defensa, prioridad de los técnicos.