El Valencia se ha puesto manos a la obra para blindar a su perla. Con diecisiete años, Fran Villalba se ha convertido en una de las sensaciones de la temporada y enamora a los técnicos por talento, personalidad y proyección. El canterano, que está ahora en su segundo año de juvenil, asoma al primer equipo -debutó en copa contra el Barakaldo- con comparecencias plagadas de detalles que hacen adivinarle una carrera sin frenos en la élite, como demostró en la noche del pasado miércoles en Mestalla frente al Barcelona.

Quema etapas a velocidad de vértigo y el club se ha visto obligado a iniciar los contactos con sus representantes para aumentar lo antes posible su cláusula de rescisión, cifrada desde que su última renovación -en verano de 2014- en cuatro millones de euros, un montante asequible para cualquier club. El ´Mago del Cabanyal´ tiene todavía por delante esta y dos temporadas más de contrato pero está considerado como referencia en la Academia y una gran opción de futuro a medio plazo, por lo que no se quiere correr ni el más mínimo riesgo. El Valencia ya ha activado la operación.

Fran Villalba fue precisamente una de las notas positivas del encuentro frente al Barça. El centrocampista actuó de ´diez´ y mostró entre líneas auténticos fogonazos de su enorme potencial. Tanto, que a la media hora de juego estuvo a punto de perforar la portería de Ter Stegen pero su disparo, ajustado a la escuadra con una maldad que contrasta con su sonrisa de niño, se marchó unos centímetros desviado. El canterano fue el aliciente de un partido claramente deprimido, sin trascendencia por el siete a cero del Camp Nou.

Volvía a jugar después de unas semanas. Y es que la cautela es total. Los técnicos, ante esta situación contractual, piensan que se le está comenzando a exponer demasiado, un análisis que se extiende desde los hermanos Neville hasta Curro Torres pasando por Alexanko, quien puso en marcha la negociación, o el propio García Pitarch, que ya ha tomado su testigo.

La intención de los ejecutivos del Valencia es ponerle a Villalba una cláusula de rescisión que quede entre los 20 y los 30 millones de euros para asegurarse el futuro del futbolista, cuyo rendimiento como valencianista y en la selección española -hace unos días disputó la Copa Atlántico con la Sub´18- llama poderosamente la atención de clubes de primer orden a nivel internacional. A favor del club está que la predisposición del jugador es total, las dos partes están por la labor y las negociaciones si no sucede nada extraño llegarán a buen puerto. En el Valencia se dan prisa porque si alcanza los diez partidos con el primer equipo incrementaría automáticamente sus emolumentos a nivel profesional pero su cláusula se mantendría en cuatro millones; si no se han producido más avances en los últimos días ha sido primero por el mercado invernal y porque la situación deportiva actual ha abierto otros frentes.