El Valencia ha vuelto a los entrenamientos en la ciudad deportiva de Paterna para preparar el último partido de la temporada el próximo viernes a las 20:30 horas contra la Real Sociedad en Mestalla. Y lo ha hecho con siete bajas. Pako Ayestaran ha trabajado con un grupo reducido de jugadores del primer equipo en el que faltaban Shkodran Mustafi, Aymen Abdennour, Javi Fuego y Enzo Pérez. El asturiano y el argentino están sancionados y trabajarán a un ritmo menor a lo largo de la semana. El tunecino arrastra una distensión en el tobillo del Santiago Bernabéu y es seria duda contra los donostiarras. El alemán arrastra molestias en la parte posterior del muslo derecho y también es seria duda para el viernes. Tampoco han participado los lesionados Denis Cheryshev, José Luis Gayà y Zakaria Bakkali.

El técnico solo ha entrenado con trece futbolistas de campo del primer equipo. Eran Barragán, Cancelo, Santos, Vezo, Siqueira, André Gomes, Parejo, Danilo, Piatti, Feghouli, Mina, Paco y Negredo. Otxotorena, por su parte, trabajó con los tres porteros Diego Alves, Mathew Ryan y Jaume Domènech.

Ayestaran ha trabajado con seis canteranos que tienen opciones de entrar en la lista de convocados del jueves porque hay tres sancionados (Rodrigo, Enzo y Javi), cuatro lesionados (Abdennour, Cheryshev, Gayà y Bakkali) y no parece que Feghouli vaya a entrar en la última lista. Lo habitual es que suban a entrenar descartes del filial, así ha sido durante los últimos meses, pero esta vez han subido los canteranos con mayor proyección del Mestalla. Eran Carlos Soler, Lato, Sito, Fernando Cano, Tropi y Ayala.

Pako dividió al grupo en dos equipos. Uno era el formado por Barragán, Santos, Rodrigo en la posición de central, Siqueira; Danilo, Parejo, André; Feghouli, Piatti y Negredo. El otro estaba compuesto por Cancelo, Vezo, Ayala, Lato; Tropi, Carlos Soler, Cano; Sito, Santi Mina y Paco Alcácer.

La anécdota se produjo en uno de los rondos. Barragán y Santos sufrieron dos caños y André los castigó con dos banderillas al más puro estilo torero. El equipo cayó injustamente en el Bernabéu, pero dejó un buen sabor de boca y eso se notó ayer en las instalaciones blanquinegras. Había buen ambiente.