Peter Lim tiene ahora mismo dos patatas calientes en la confección de la plantilla para la próxima temporada. Se trata de dos nombres propios: Álvaro Negredo y Enzo Pérez, los dos futbolistas más caros del plantel, que por diferentes motivos no han tenido el impacto que se les atribuía en el momento en el que el propietario decidió acometer sus respectivas operaciones millonarias. Tanto el argentino como el delantero, a efectos financieros, son dos escollos en la planificación del nuevo Valencia, que se impone una remodelación de la plantilla como medida necesaria para regresar a sus aspiraciones de cabecera tras una temporada de depresión en la que incluso los jugadores han reconocido públicamente que habrá que tomar decisiones. Por ambos hay plazos pendientes de amortización, algo que, unido a los elevados emolumentos que perciben, escarba un boquete en las posibilidades de limpieza que García Pitarch deberá liderar este verano. No va a ser fácil encontrarles salida pero ese es uno de los condicionantes a la hora de poder relanzar al Valencia.

Ambos jugadores tienen contrato hasta final de 2019 y su intención de futuro es la misma. Tanto Enzo como Negredo quieren seguir vistiendo la camiseta del Valencia la próxima temporada y al cierre de esta edición ninguno había recibido ningún tipo de comunicación por parte de la dirección deportiva en el sentido de que el club no cuenta con ellos. De los dos, el caso que mayor influye en la planificación deportiva es el de Negredo. El delantero llegó cedido la temporada pasada y en verano se ejecutó su traspaso a cambio de 30 millones de euros30 millones de euros. El futbolista, debido a la manera en la que se acordaron los términos de la operación, le cuesta al club de Mestalla alrededor de 10 millones de euros anuales entre sueldo y la amortización, una barbaridad, cantidades propias de un jugador que marca diferencias. Eso significa que, descontada esta temporada y atendiendo a lo que tiene firmado por contrato, al club le va a costar 30 millones más seguir teniendo a Negredo en su plantilla de aquí al día que expire su vínculo...

Los ejecutivos del club hacen números y la situación es complicada. Si el Valencia decide traspasarlo este verano, nunca debería hacerlo por debajo del umbral de los 20 millones de euros. Hacer lo contrario significaría entrar de lleno en el terreno de las pérdidas, un fracaso a efectos contables. Sacar a Negredo sin malvenderlo es, por lo tanto, francamente difícil. A no ser que llegue al club una oferta millonaria procedente de mercados en efervescencia como es el caso de la liga China, será muy complejo poder salvar esta patata caliente. El futbolista, además, está feliz en València, ha encontrado estabilidad, ha echado raíces y piensa en poder corresponder el cariño con rendimiento.

Traspaso millonario

El caso de Enzo Pérez no es tan preocupante, si bien también condiciona. El argentino, segundo jugador que más percibe de la plantilla superando los dos millones de euros netos, no ha podido demostrar continuidad y fiabilidad debido a las constantes lesiones. Llegaba para darle un salto de calidad al equipo previo pago de 25 millones y todavía es una expectativa. Según informaba A Bola, el Benfica piensa en repescarlo, pero a la baja. Su presidente, Luis Felipe Vieira, reconoció hace unos días que el proyecto se va a basar en la captación, revalorización y exportación de talentos y Enzo solo les encaja si se pone muy a tiro, un lujo que el VCF no puede permitirse. El club ha cubierto parte del desembolso: pagó 8.300.000 euros en un primer plazo una semana después de ficharlo „enero de 2015„, otros 8.300.000 el pasado verano y el día 15 del próximo mes debe afrontar otro de 8.340.000 euros. Ese sería el montante a partir del que podría aceptarse un traspaso sin incurrir en pérdidas. Él está feliz, su hijo ha sido campeón en la cantera del Valencia este curso y solo piensa en quedarse. Lim debe encargarse de la situación con las dos patatas calientes.