El primer asistente de Fernández Borbalán, el murciano Raúl Cabañero, cuenta con un historial de perjuicios al Valencia CF inigualable. El último episodio lo protagonizó este domingo en el Santiago Bernabéu, estadio donde le «gusta mucho» actuar como juez de línea «por el ambiente», como confesó hace unos años en una entrevista«gusta mucho»«por el ambiente».

El colegiado, con la colaboración del asistente, la liaron tanto en la primera parte, concediendo un gol ilegal a Benzema, como en la segunda mitad, cuando dejaron a los visitantes con diez al expulsar a Rodrigo en los momentos en los que peligraba la victoria del Madrid y la posibilidad de que los blancos sigan aspirando al título en la última jornada.

Raúl Cabañero, además, mintió. Según lo explicado por Fernández Borbalán a los jugadores del Valencia, el árbitro expulsó a Rodrigo en el minuto 83 porque, supuestamente, había insultado al línea llamándole «hijo de puta». La realidad la expuso el futbolista después del partido: «Es un momento de tensión, con las pulsaciones al límite, vengo de una falta que no señala y le dije que era un cagón€. En el acta Fernández Borbalán se olvidó de la falsa versión que dio a los jugadores y exageró los gestos de Rodrigo. «Fue expulsado por dirigirse al asistente número 1 encarándose con él, con los brazos en alto y gritándole, en los siguientes términos: ´¡Eres un cagón!´», escribió el andaluz.

Los agravios de ayer contra el Valencia los empezó también el mismo personaje. Cabañero la lió en el clarísimo fuera de juego de Benzema en la acción previa al 2-0. Primero no levantó la bandera, pese a que el francés estaba casi dos metros adelantado, y luego sí, cuando el balón venía de Cancelo. Lo acabó bajando y Fernández Borbalán desdiciéndose después de haber anulado el gol. En el túnel Caneda, ayudante de Ayestaran, fue expulsado en el descanso por decirle: «¡Aquí todos nos jugamos algo. Ya está bien, respétanos!».

En 2013 el línea de Murcia ya se cebó con el Valencia. En los cuartos de Copa anuló dos jugadas por fuera de juego inexistente de Soldado cuando encaraba solo a Casillas y obvió un penalti de Carvalho. Días después SUPER destapó su predilección por el estadio madridista, admitida en una entrevista de 2010 a ´La Opinión de Murcia´. «Me gusta mucho por el ambiente. El año pasado pitamos el Madrid-Atlético y cuando desperté de la siesta vi un montón de gente con banderas por la Castellana. Fue cuando me di cuenta de lo realmente importante que es un partido así», decía. Más tarde, a finales de abril, mató la esperanza de ir a la Champions, al no ver en Anoeta unas clamorosas manos de Bravo fuera del área.