Raúl Albiol produce corrientes de opinión confrontadas entre afición y crítica. Su posible regreso no está aprobado por unanimidad, pero la línea de su perfil, identidad y notable rendimiento durante la última temporada justifican las intenciones de García Pitarch. Con 30 años, después de cuatro temporadas en el Real Madrid y otras tres como titular indiscutible en el Nápoles, el valenciano es un futbolista hecho y maduro. Conoce el Valencia CF y no necesitaría proceso de adaptaciónValencia CF. La actual plantilla no está sobrada de este tipo de jugadores de ‘rendimiento inmediato’. Albiol no emociona, pero es un nombre adecuado para reconstruir el músculo competitivo del equipo. Los números son claros, de la mano de Maurizio Sarri, el defensa de Vilamarxant ha completado su mejor campaña y va a finalizar el espacio 2015/16 entre los mejores centrales de la Serie A italiana.

Albiol comanda varias estadísticas que destacan su firmeza en el juego aéreo, fortaleza en el cuerpo a cuerpo y su solvencia a la hora de salir jugando desde atrás, en corto y en largo. No es espectacular y tampoco elegante, pero sí seguro. Puede que le falte cintura y también nervio, pero su regularidad y solidez configuran valores imprescindibles para cualquier retaguardia.

Adecuado para el modelo

No es un invento. Albiol se ha ‘reconfigurado’ en el Nápoles de Sarri. El central ha renovado su reputación internacional y eso que hasta hace unos meses en Italia no entendían su presencia fija dentro del bloque de la selección española que conquistó Eurocopa, Mundial y Eurocopa. Hoy ya no quedan dudas. El crédito es auténtico.

[Raúl Albiol quiere escuchar la oferta del Valencia CF]

Según las puntuaciones de los cronistas del diario italiano La Gazzetta, Albiol está entre los diez mejores centrales de la Serie A: Primero es Barzagli (Juve), después van Koulibaly (Nápoles), Acerbi (Sassuolo), Miranda (Inter), Manolas (Roma), Gonzalo (Fiore), Chiellini, Bonucci (Juve) y luego es turno para Albiol. Después de los tres zagueros de la Juve campeona, líderes maduros como Gonzalo y Miranda, el explosivo Koulibaly o el sólido Acerbi, aparece el exvalencianista. Tiene su mérito. En el país de los defensas, Albiol ha destacado en un equipo ‘revolucionario’ en el contexto del Calcio por su espíritu ofensivo, dinánica y presión alta. Higuaín, Hamsik, Insigne, Allan, Callejón, Jorginho, Reina o Koulibaly han acaparado los focos en distintos momentos, pero dentro de ese modelo en el que todos están obligados a jugar y la retaguardia defiende lejos del portero (esquema de baricentro alto), Albiol ha brindado un gran rendimiento. El Nápoles de Sarri es el equipo de la Serie A que menos tiempo pasa en campo propio, el que más pases y más posesión acumula, el que más dispara y uno de los que menos concede.

Por encima de todo, Albiol ha ofrecido otras cosas que no son mensurables con estadísticas como la actitud, la seguridad, la capacidad para manejar la defensa y para hacer mejor a sus compañeros de línea. La explosión de Koulibaly (24 años) no se entiende sin Raúl. La velocidad, el físico espectacular del senegalés y su atrevimiento se combinan con el dibujo más tradicional del valenciano, por poso y capacidad para corregir a su compañero desde el conocimiento del oficio; juntos han formado una pareja brillante. Sorprendete o no, Albiol es un líder reconocido dentro de la defensa, incluso dentro del vestuario. Para la prensa especializada que sigue el día a día del Nápoles, el valenciano completa, junto a Gonzalo Higuaín y Pepe Reina, uno de los triángulos esenciales dentro del grupo. Hasta sus declaraciones siempre son adecuadas.

Equilibrio ataque-defensa

La evolución del defensa de Vilamarxant es el espejo donde se refleja la evolución del Nápoles de Sarri; arrancó muy mal, lentamente, cogió ritmo y ha finalizado en Champions con brrillantez. En las primeras jornadas, Albiol cometió graves errores ante el Sassuolo, en Reggio Emilia, y frente a la Sampdoria en San Paolo. Eso le costó cinco de los primeros seis puntos de la liga a Sarri, que encontró el origen de los desajustes en la disposición colectiva y no en los fallos individuales; con el cambió de modulo 4-3-1-2 por 4-3-3 todo fue más natural: el equipo estaba mejor organizado y eso produjo una mejora sobre el ataque y la defensa.

Ese inicio insistió sobre la sensación de estancamiento y dudas de otros años. Sin embargo, Sarri trabajó con Albiol como un artesano en el torno a través de la confianza. El entrenador napolitano detectó su importancia desde la pretemporada y se centró en potenciar sus virtudes; incluso ha bromeado diciendo que la clave ha estado en que corrigió sus posturas sobre el campo. El desenlace es que Albiol ha transformado los titubeos en certezas. La fórmula de la defensa a cuatro con tres centrocampistas por delante fue una bendición para él e hizo reconocible su liderazgo en una línea armónica, cuidadosa y precisa. Seguridad, leadership y capacidad para resvolver, con un movimiento, un tackle o una acción de ‘balón al pie’, situaciones comprometidas. Sarri ha revitalizado a Albiol… No es Otamendi y tampoco un nombre luminoso, pero sus méritos justifican el interés por repatriarlo.