"Cuando empecé a jugar al fútbol, aunque parezca mentira, era la goleadora del colegio, jugaba hasta que no podía más, pero un día dos buenos amigos insistieron para que me apuntase al equipo del barrio, el Discóbolo AC. Y tras mucho insistir acepté jugar en la única posición en la que no tenían a nadie, la portería... Así llegué a este mundo, de casualidad"... Así comienza la carta de despedida que publicó ayer en las redes sociales la portera del Valencia Femenino, Gema Rueda, que ha decidido poner fin a su etapa como futbolista al final de la presente temporada, en el momento en el que concluya la participación del conjunto valencianista en la Copa de SM la Reina.

Gema, que no podrá despedirse sobre el terreno de juego porque padece un un esguince en el ligamento lateral externo del tobillo izquierdo, ha salvaguardado la portería del club desde la campaña 2009/10, una etapa de siete temporadas que llevará por siempre marcada a fuego en su memoria. La portera ha agradecido la confianza del club, así como la complicidad de sus amigos y su familia y el apoyo de los aficionados. "Aunque parezca una despedida", puntualiza, "todavía queda mucho por vivir y lo más emocionante, la Copa de SM la Reina. Además, que no. Que no me voy. Seguiré estando aquí solo que de una forma diferente".

La guardameta, de 22 años de edad y nacida en Valencia, alcanzó el primer equipo tras su paso por el filial del Valencia Femenino en la temporada 2010/11 y se caracteriza por sus grandes reflejos, así como su seguridad en acciones de máxima tensión como los mano a mano, su colocación y capacidad para iniciar jugadas. Desde que comenzó a jugar al fútbol hace una década ha progresado, hasta el punto que ha llegado a ir convocada con las categorías inferiores de la selección española.

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