Pako Ayestaran mantiene la tensión hasta el último instante. En la primera convocatoria de la Liga el técnico no ha querido desvelar cuál de los tres porteros va a saltar al césped en el once inicial. No lo hizo en su comparecencia previa ante los medios de comunicación y tampoco lo ha hecho con los propios protagonistas. Él ya lo tiene claro. Sabe cuál será el elegido. Ryan, Jaume y Alves están preparados. Los tres entraron ayer en la lista para el partido contra la UD Las Palmas, una situación que probablemente no vuelva a producirse jamás —la próxima jornada, como mucho— y es que el brasileño es el elegido por los responsables de la parcela deportiva para abandonar la disciplina antes de que el mercado veraniego de fichajes cierre la persiana. El motivo, un criterio deportivo —Jaume y Ryan son los elegidos— y una cruda realidad financiera: el brasileño, de los mejores pagados de la plantilla, exige un aumento de sueldo y cobrar el tope salarial. Esos dos argumentos, junto a la circunstancia de que es el más veterano y el que tiene mayor cartel en el mercado, le abren de lleno la puerta de salida. El Sevilla —principalmente— y otros dos equipos extranjeros negocian con el Valencia por su fichaje y mientras no se haya cerrado va a ser un efectivo más de la plantilla.

Un juego de apariencias

Para marcharse, Alves pone sus condiciones. Quiere un club que iguale o mejore su situación deportiva y económica. En los próximos días debe haber una solución definitiva pero mientras no la haya el Valencia entrará a participar en un juego de apariencias. Pura estrategia. Con la negociación abierta con distintos equiposnegociación abierta, dejar fuera al portero podría repercutir de forma negativa en el montante final del traspaso. Al conjunto de Mestalla le interesa transmitir una imagen de normalidad en torno al brasileño e incluso no se descarta que pudiese jugar el partido ante el conjunto canario. Una posibilidad que, por difícil de comprender que pueda llegar a parecer, encierra cierta lógica. El Valencia necesita venderlo y por cuanto más dinero mejor. Le interesa desprender la imagen de que Alves es un portero de alta cotización dentro del club, no el último de la lista. En ese sentido, la posibilidad existe, aunque lo natural es que sea Ryan o Jaume el encargado de ponerse bajo los palos. Ellos son la apuesta. Tanto es así que Pako Ayestaran ha potenciado el liderazgo de los dos guardametas este verano, en el que ha llegado a entregarles el brazalete de capitán.

La idea del técnico es explorar y alimentar las capacidades de Jaume y de Ryan con el objetivo de que los dos den un paso al frente y se conviertan en líderes del vestuario valencianista. Ese es el propósito de los responsables de la parcela deportiva y es que aunque son jóvenes ambos reúnen las cualidades para calzar ese rol a medio plazo. La portería en el primer encuentro de la Liga es todo un misterio —salvo para Ayestaran— pero lo más probable es que sea el australiano el elegido. Ryan ha realizado toda la pretemporada al cien por cien, mientras que Jaume apenas ha podido competir unos minutos ante el combinado de estrellas de la liga nigeriana y en el tramo final del partido de presentación ante la Fiorentina por culpa de una inoportuna lesión muscular en la primera semana de pretemporada. Ellos dos serán los encargados de librar una interesante batalla durante los próximos meses de competición. El primer asalto será hoy en Mestalla.