Cuando nada más iniciarse la segunda mitad Sito hacía el 3-0, el segundo en su cuenta particular, nada hacía presagiar lo que ocurriría después, cuando en el último minuto y con el filial pidiendo la hora el visitante Gabarre ponía el empate a tres goles en el marcador. Un jarro de agua fría para el Valencia Mestalla, que defendía su liderato en el Puchades, y para los varios miles de aficionados que respondieron a la llamada y se dieron cita para animar a los de Curro Torres. Se consumaba una remontada pletórica del CD Ebro, que en menos de media hora lograba igualar un 3-0 adverso y mantenerse también invicto en este inicio de temporada.

Todas las miradas se centraban en Lato, Carlos Soler y Rafa Mir, los tres futbolistas que están a las puertas del primer equipo, aunque el gran protagonista fue Sito, autor de dos de los goles que no sirvieron finalmente para celebrar la tercera victoria consecutiva. Abría el marcador muy pronto, cuando en el minuto 17 Aridai aprovechaba un gran servicio de Quim Araujo para fusilar al meta visitante. El juego y la iniciativa fueron siempre del Valencia frente a un equipo que en los primeros 45 minutos apenas creó peligro. Así en apenas dos minutos, con el descanso por medio, el filial dejaría el choque aparentemente sentenciado con dos acciones de calidad de Sito, el 2-0 en el minuto 45 y el tercero nada más regresar al terreno de juego.

Llegaban los aragoneses con fama de no rendirse nunca y lo ocurrido a partir del minuto 63 de partido da buena muestra de ello. Fue solo dos minutos después de que Curro Torres, con esa clara ventaja en el electrónico, retirase a Carlos Soler por Fran Villalba. Gabarre lograba reducir diferencias pero lo que parecía el gol del honor pasó a ser algo mucho más preocupante cuando en el 77, a solo 13 del final, el recién ingresado Santigosa convertía el 3-2. Lo habían buscado, el técnico visitante mandó después del 3-1 a sus hombres al ataque, una táctica que le salió perfecta en gran parte porque los de Curro perdieron la brújula en la medular y tampoco lograron cazar esa contra para matar un partido que hasta ese momento parecía resuelto.

Los minutos finales fueron de intenso sufrimiento y Sivera tuvo que intervenir en un par de ocasiones para evitar el empate. Aunque no pudo ser porque ya rebasado el minuto 90 de nuevo Gabarre llevaba el balón a la red al rematar de cabeza un lanzamiento de falta casi a la desesperada. Una situación de la que urge sacar conclusiones porque partidos así no se pueden escapar. La próxima cita del filial será la visita al Nou Camp de Morvedre para medirse al recién ascendido Atlético Saguntino.