El Valencia ha trazado una estrategia para contrarrestar el calor que ha encendido las alarmas del fútbol español este fin de semana. El conjunto de Ayestaran recibe este domingo al Betis en Mestalla en un partido enmarcado en una jornada en la que el presidente de la competición, Javier Tebas, afirmaba el pasado miércoles que se podrían suspender los compromisos en algunos estadios, siempre que pusieran en riesgo la salud de jugadores. "No puede jugarse fútbol a 36 ó 37 grados centígrados", explicaba. A priori, ese no será el caso de Mestalla, si bien está claro que las altas temperaturas van a ser protagonistas y Ayestaran, consciente de que cualquier detalle puede ser decisivo y de que este factor jugará su influencia sobre el rendimiento de los futbolistas, quiere que los suyos se aclimaten en el escenario del partido.

La plantilla, en efecto, entrena hoy a las cuatro de la tarde, exactamente el mismo horario en el que se disputará mañana el encuentro y lo hará sobre el césped de Mestalla, con una temperatura que será prácticamente igual a la del partido. El estadio valencianista registrará mañana en sus termómetros 29 grados centígrados, con un 58% de humedad y la previsión es de que será una tarde soleada. Este sábado los futbolistas se encontrarán un escenario con algo más de humedad —en torno al 68%— y con apenas un grado menos del pronóstico para el encuentro. Por eso, por la similitud de las condiciones climatológicas, sabedor de que los dos primeros partidos de Liga se han escapado por cosas casi fuera de guion, Ayestaran quiere cuidar hasta el último detalle. Los jugadores cambian por lo tanto las instalaciones del cuartel general de Paterna por Mestalla, donde antes está previsto que comparezca el técnico vasco para hacer sus valoraciones de previa de partido en rueda de prensa a las tres de la tarde.

La peor cara, en Andalucía

Mientras que campos como Balaídos gozarán de un clima fresco, en torno a los 23 grados, otros estadios se preparan para una jornada de altísimas temperaturas. El Nuevo Los Cármenes de Granada, por ejemplo, registrará según el pronóstico de la Agencia Estatal de Meteorología, unas temperaturas de 32 grados, mientras que el Málaga-Villarreal de La Rosaleda se jugará a 30 grado. El Sevilla-Las Palmas del Sánchez Pizjuán se jugará bajo una previsión de 33 grados y el Madrid-Osasuna a 32 grados, en horario idéntico al partido de Mestalla. El del Valencia será por lo tanto el quinto partido en el que más calor hará de la tercera jornada de Liga. No hay margen de error y Ayestaran no quiere que eso se vuelva en un factor que perjudique a sus futbolistas ante el Betis.