«Son unos pocos minutos, pero en ese espacio lo analizas todo; tu mente libera información y se siente el trabajo realizado: estadísticas, análisis€ también observas cómo se perfila el adversario. Todo eso te ayuda a decidir mejor la zona hacia la que te lanzas y a hacerlo con la convicción necesaria para parar tener un buen porcentaje de éxito». Andrés Palop tiene claro que detrás del récord de Diego Alves hay algo más que simple intuición. Tras despejar el lanzamiento de Szymanowski, el brasileño ya es el guardameta con más penaltis parados de La Liga (diecisiete). Nada es por casualidad. El guardameta de L´Alcúdia, criado en el Valencia, también supo ´manejarse´ en ese duelo portero-lanzador desde los once metros. Para la historia quedan las tres paradas en la tanda ante el Espanyol, en la final de la UEFA de 2007, que coronó al Sevilla en Glasgow. Alves asegura que, en su caso, la característica es genuina, pero siempre hay algo más. «Cada portero tiene su forma de atacar este tipo de situaciones». Palop tampoco contó nunca su secreto, pero era una esponja a la hora de asimilar informes: «Siempre te guardas algo€ no desvelas tu clave porque es como un arma secreta con la que puedes meter miedo». La guerra psicológica y la capacidad de intimidación son dos de los puntos fuertes de Alves. José Manuel Sempere, mítico portero del Valencia (1980 -1995), coincide en ese poder: «El guardameta también influye en el lanzador, Alves es un especialista y eso afecta porque sabes que debes ser muy preciso, es una presión añadida, que afecta en un momento de tensión».

Palop describe a la perfección el momento: «Hay mucha batalla mental; te mueves sobre la línea, hablas con el lanzador€ Alves también intenta ganar esa partida. Muestra seguridad y tranquilidad, hace sentir al atacante que va a parar su lanzamiento, que es consciente de su calidad. Los penaltis son un momento de responsabilidad máxima para el lanzador, el portero no tiene esa presión». El brasileño fluye y su estampa consigue atascar al lanzador en un porcentaje llamativamente alto.

Especialista número uno

Santi Cañizares, en su momento uno los especialistas más importantes de LaLiga y del Valencia, analizó „de lujo„ las claves de Diego Alves en ´El Día del Fútbol´ de #0. Para alcanzar ese nivel de éxito hay que mezclar muchos factores: «Alves lo tiene todo claro, maneja la estadísitica, trata de intimidar al atacante, se adelanta, hace un gesto técnico bueno (con un paso al frente en el momento del disparo) y se lanza en diagonal para cerrar ángulo», detalló ´Cañete´. Así, Diego acorta un par de metros la portería. «Es un momento que tiene que ver con la destreza, la psicología y el convencimiento, es un lance rápido y hay que poner la mano fuerte», insistió Cañizares. Si no estas convencido, «no llegas».

Para Palop, la experiencia también es un grado. «Alves conoce el fútbol español y LaLiga, los clubes y los lanzadores, conoce la presión de cada momento y a patir de ahí toma las decisiones», insiste el meta de L´Alcúdia. Para Sempere, la capacidad para resistir al límite el paso del adversario es otro de sus puntos fuertes. Después aplica su técnica. «Aguanta hasta el último instante y va con convicción. Además, mide bien cuando tirarse y es bueno en ese momento de mano a mano. Alves sabe leer el gesto del lanzador, lo asocia a un lado y a otro, trata de aguantar, leer y anticipar, la rapidez de reflejos ahí es fundamental y él la tiene». Intuición, cualidades naturales, técnica, experiencia, estudio del lanzador y control del escenario. Ese es el abecé del especialista. Pese a todo, el fútbol es uno: si el penalti está bien tirado, el guardameta tiene poco que hacer.