Nada más llegar al vestuario del Valencia por primera vez, en la primera toma de contacto que tuvo con sus hombres, Cesare Prandelli quiso dejar claro a sus futbolistas que no iban a tener «tanto tiempo» para ensamblarse y poner en marcha la nueva era durante este paréntesis de competición por compromisos internacionales. Debían aprovechar por lo tanto cada minuto de trabajo en el cuartel general de Paterna. Con ese ánimo se levanta el italiano por las mañanas. Hay mucho por hacer. El técnico es la ley. Quiere exprimir al máximo el tiempo que tiene a sus jugadores a su disposición para impregnar al equipo con su ideario particular.

La transición competitiva debe ser lo más corta posible. No importa que solo tenga a 9 futbolistas, los entrenamientos se llevan a cabo con la misma intensidad que en una semana de competición. Prandelli, nada más incrustrarse en la dinámica del equipo tras el anuncio de su fichaje, lo primero que hizo fue trastocó el plan de trabajo inicial y planeó una sesión para el viernes por la tarde. Disciplina Prandelli.

Con el fin de semana libre, hubo varios jugadores que hicieron la previsión de escaparse dos días y medio de vacaciones con sus familias nada más acabar la sesión matinal, tal y como suele ocurrir en cada parón de la Liga con los jugadores que no son internacionales... Finalmente les ha tocado cambiar los billetes. Esa es la anécdota que refleja la fuerza con la que ha aterrizado Prandelli en Paterna. Ahora mismo no hay otra prioridad para el italiano más allá de relanzar al equipo pensando en el partido ante el Sporting. El entrenador sabe que su intervención en el equipo es clave y apretó a sus hombres el viernes por la mañana con una sesión de trabajo fundamentalmente físico. Primero en el gimnasio, después sobre el césped. Medrán, Mina, Jaume, Mario Suárez, Parejo Siqueira, Aderllan Santos, Garay... Todos a pleno rendimiento para convencer al nuevo entrenador. Cesare anda preocupado por el estado físico de la plantilla. Ante el Atlético de Madrid le sorprendió ver cómo cuatro de sus jugadores acababan el partido con problemas físicos. Por la tarde deparó un entrenamiento con balón para practicar el equilibrio.

Cambio de planes

Quiere que su equipo robe un poco más arriba y que produzca desde el orden. Los jugadores sin compromisos internacionales son la avanzadilla de los métodos de trabajo que quiere inculcar en el día a día, después el resto de la plantilla deberá ponerse al día del código Prandelli. La cosa, sin embargo, no acaba ahí. El entrenador ha dado a conocer ya el plan de trabajo para la próxima semana. Sorpresa. Les mantiene a los jugadores el fin de semana de descanso a cambio de que no tengan ni un solo día de descanso entre el próximo lunes y el domingo, cuando el Valencia se enfrentará al Sporting en El Molinón.

Gran exigencia

No librarán ni un solo día, algo que no sucedía desde hace mucho tiempo -normalmente los futbolistas del Valencia suelen descansar los lunes o los martes, el segundo día después del partido, para tener una sesión de reactivación- y que contrasta, por una parte, la urgencia del equipo por reaccionar, y por otra la determinación y la firmeza con la que ha tomado las riendas del equipo Prandelli. El lunes el italiano volverá a ser el primero en estar en la Ciudad Deportiva para arrancar una semana de gran exigencia.