Pako Ayestaran trabajó a puerta cerrada con cinco futbolistas. Con los cinco que están llamados a ser la columna vertebral del Valencia esta temporada. Eran los dos centrales Ezequiel Garay y Eliaquim Mangala, el pivote defensivo Mario Suárez y los dos volantes ofensivos Enzo Pérez y Dani Parejo. El técnico ve en ellos el pasillo de seguridad que necesita el equipo para ganar en fiabilidad y comenzar a crecer sobre todo a nivel de resultados. Buena parte del futuro del proyecto este año dependerá de la conexión entre ellos. Pako lo sabe y no pierde el tiempo. Ayer comenzó a trabajar con ellos juntos por primera vez en la ciudad deportiva de Paterna aprovechando que ninguno de ellos tenía compromisos internacionales. Son el núcleo duro deportivo del equipo. El corazón del nuevo Valencia que está obligado a volver a latir.

Garay, Mangala, Mario Suárez, Enzo Pérez y Parejo están llamados a ser los pilares sobre los que se asiente el equipo para hacerse fuerte. Las dos primeras derrotas en la Liga contra Las Palmas en Mestalla (2-4) y el Eibar en Ipurua (1-0) solo hicieron que confirmar todos los problemas detectados durante la pretemporada. El de Pako es, hasta la fecha, un equipo con buenas intenciones ofensivas, que juega bien al fútbol haciendo fluir la pelota y generando ocasiones de gol, pero que compite rematadamente mal por culpa de su fragilidad y falta de consistencia sobre todo a nivel defensivo. El equipo necesita estabilidad en el centro de la zaga y la parcela central del campo y ellos cinco pueden devolvérsela a este equipo. Lo que está claro es que cuanto más fuertes se hagan más fuerte se hará el equipo. Si el Valencia quiere crecer tendrá que ser a partir de ellos.

Pako quiere poner en funcionamiento el engranaje de su pasillo de seguridad el domingo contra el Betis en Mestalla. Por eso, no es casualidad que ayer por la mañana practicara con ellos en un ejercicio específico a balón parado. No es habitual ver al equipo trabajando la estrategia a cinco días del partido. Lo de ayer fue especial. Una sesión extra sobre todo para los dos centrales. Ya por la tarde Ayestaran volvió a poner atención en Garay y Mangala. Pako separó a la defensa de los jugadores de ataque y tanto el argentino como el francés actuaron juntos en la línea defensiva con Martín Montoya y Guilherme Siquiera en los laterales ante las ausencias obligadas de João Cancelo y José Luis Gayà. Pako no paró de darle instrucciones a sus dos nuevos futbolistas. Lo hizo durante los ejercicios y también en privado. El entrenador hizo un aparte con sus dos centrales y se los llevó al centro del campo para charlar con ellos e intentar que cuanto antes asimilen sus conceptos.

Quien también tuvo saludos y palabras para ellos fue Suso García Pitarch. El Director Deportivo del Valencia presenció el entrenamiento matinal del equipo con atención especial para Garay y Mangala. Suso quiso cuidar a sus dos nuevos centrales y estar cerca de ellos en este proceso de aclimatación al club, al equipo y a la ciudad. Ayer por la mañana siguió las evoluciones del argentino y el francés y al final de la sesión se interesó por las sensaciones de uno y otro. Suso sabe que ambos son determinantes para el futuro del Valencia esta temporada y cualquier ayuda es poca. Cuanto más a gusto se encuentren mayor será su rendimiento en el campo. Son dos de los cinco elementos de Pako.