El Valencia y los representantes de Fran Villalba se van a sentar para tratar de solucionar y para bien la situación del joven futbolista canterano. Las dos partes han pactado una reunión que será en breve con el objetivo de ampliar el contrato del joven centrocampista, que termina en 2018 y por el que se han interesado ya más de un equipo, si bien el único que lo ha hecho de manera formal ha sido el Manchester United, que ya conoce la situación del jugador. Eso sí, al Valencia nadie se ha dirigido.

Con esta inminente reunión el club de Mestalla retoma unas negociaciones que se estancaron hace meses y que comenzaron cuando el entrenador del Valencia era Gary Neville. De hecho, con el inglés en el club de Mestalla, el jugador estuvo a punto de firmar su prolongación de contrato, pero todo cambió cuando fue destituido como técnico valencianista porque sus estadísticas al frente del conjunto de Mestalla eran muy malas, hasta el punto que dentro del propio valencia se conjugó el verbo 'descender'. Aquello pasó, Ayestaran sustituyó a Neville y de la renovación de Villalba poco más se supo porque era el inglés el principal valedor del joven centrocampista valenciano, hasta el punto que lo hizo debutar con el primer equipo en Copa del Rey y en la Liga.

El Valencia tiene la intención de renovar al jugador porque corre el riesgo de perder el control sobre él y que, dada su juventud y calidad, pueda marcharse libre y con todo el futuro por delante. Termina contrato en 2018 y el objetivo es que siga. De momento el futbolista no juega en el filial que entrena Curro Torres a pesar de que la temporada pasada era uno más en la dinámica del primer equipo. Al respecto, los muchos cambios que ha sufrido el club en su estructura deportiva de los últimos años han terminado pasándole factura porque no hay una política clara con el jugador. En dos años el Valencia ha tenido tres directores deportivos diferentes -Rufete, Nuno y ahora García Pitarch-, dos directores de fútbol base -Rufete y Alexanko- y cuatro entrenadores del primer equipo -Nuno, Neville, Ayestaran y ahora Prandelli-, justo el ecosistema contrario que necesita un jugador de su talento y juventud, que no es otra cosa que una apuesta del club en lo contractual y también en lo deportivo.