La lesión de José Luis Gayà en los dos últimos partidos le ha costado cara al Valencia. El equipo ha encajado los dos goles del Celta de Vigo y los dos goles del Celta de Vigoel del Deportivo de La Coruña . Cesare Prandelli no ha encontrado una alternativa fiable al de Pedreguer. Martín Montoya ha sufrido a pesar de tener experiencia a pie cambiado, el experimento de Aymen Abdennour duró 53 minutos en Riazor y ni Guilherme Siqueira ni el canterano del primer equipo Toni Lato han tenido protagonismo a pesar de haberse recuperado de sus lesiones y estar a disposición del italiano el pasado fin de semana. Ninguno de los otros dos laterales específicos de la plantilla tuvo minutos. Algo ha fallado en la gestión del carril del ‘3’. Sin Gayà hubo un agujero.

Todas las alarmas se encendieron en el cuerpo técnico de Cesare Prandelli cuando Gayà se lesionó contra el Barcelona a siete minutos del descanso. El técnico apostó aquella tarde por Abdennour. Acabó cometiendo el penalti, pero cumplió en defensa. El problema vendría después. Había que buscar un Gayà de emergencia para enfrentarse al Depor y muy probablemente también al Celta. Como así acabó siendo. Su lesión en la parte anterior del muslo derecho con tiempo estimado de recuperación de dos a tres semanas así lo exigía. Prandelli ensayó con Montoya en la izquierda durante cuarenta minutos en su primer entrenamiento táctico de la semana. El vestuario salió convencido de que aquella sería la solución. Sin embargo, algo debió gustar al italiano ese día. ¿Cancelo de lateral? ¿Munir en derecha? Parece que fue lo segundo visto lo visto después en sus alineaciones. Abdennour fue el elegido para Riazor y su apuesta duró solamente 53 minutos. Los mismos que tardó Prandelli en retirarlo del campo y recuperar la opción Montoya. Tiempo suficiente para que el Deportivo marcara por ese costado. Abdennour perdió la posición, la ayuda de Nani llegó tarde y el centro de Cristian fue cabeceado por Emre Çolak ante la pasividad de la defensa. Lo mismo que pasaría una semana después en Balaídos.

En Vigo no solo se repitió la historia. El Valencia encajó otros dos goles por el lateral izquierdo. Esta vez, Prandelli apostó de inicio por Montoya a pie cambiado, pero tampoco dio resultado. El catalán y Garay estuvieron demasiado permisivos en la jugada personal de Roncaglia que acabó en gol en el minuto 42. Igual de blando estuvo el equipo en el minuto 76. Otra vez por la izquierda. El Celta botó en corto un saque de esquina. Cinco toque después Guidetti volvía a cabecear a la red después de una asistencia de Marcelo Díaz. Una ruina.

¿Pero no es más ruina que no se echara mano de ninguno de los dos recambios naturales de Gayà en la plantilla? Ni Siqueira ni Lato tuvieron la oportunidad de suplir al de Pedreguer. Una apuesta, cualquiera de las dos, que solo hubiera significado un hombre por hombre en el once y no hubiera trastocado el resto de la alineación. Como así sucedió contra el Deportivo y Celta.

¿Qué pasa con Siqueira?

El brasileño, a cero esta temporada, se perdió el primer partido contra el Celta por lesión. A sus problemas crónicos en el tobillo derecho había que sumar ahora molestias musculares en el soleo de su pierna derecha. La semana pasada trabajó con el grupo y llegó a tiempo a Balaídos. De hecho, entró en la lista. Pero la realidad es que estaba en la convocatoria más de relleno que otra cosa. El brasileño, sin minutos oficiales esta temporada, no tiene el ritmo ni la chispa competitiva que sí tienen el resto de sus compañeros y ahora mismo no es una opción para Prandelli. En Vigo ni siquiera saltó a calentar.

¿Y Lato?

El de la Pobla de Vallbona, en dinámica de primer equipo desde pretemporada, tampoco ha tenido oportunidad en los quince días que Gayà ha estado apartado de los terrenos de juego. Ni siquiera fue convocado. Es verdad que ante el Deportivo salía de una lesión y su presencia podría ser precipitada. El propio Prandelli lo descartó en rueda de prensa porque «llega después de un periodo de recuperación». Más difícil de entender se hizo su ausencia contra el Celta, totalmente recuperado ya de su lesión. Lejos de viajar a Vigo, Lato bajó toda la semana al filial a las órdenes de Curro Torres para jugar contra el Barcelona B y el Sabadell. Su momento parece que deberá esperar.

La lesión de Gayà deja una extraña conclusión. El cuerpo técnico ha dejado claro que ahora mismo no hay un recambio real para Gayà. Ni se atrevieron con Siqueira por su delicado estado físico ni tampoco con Lato por su juventud. Algo falla.