La economía de Haití es la más pobre de todo el continente americano y una de las más desfavorecidas del mundo. El 80 % de su población vive bajo el umbral de pobreza y dos tercios de ella es dependiente de la agricultura y pesca, sectores tradicionalmente organizados en pequeñas explotaciones de subsistencia, fragilizadas por la carencia y empobrecimiento del suelo disponible, la sobreexplotación y la erosión del terreno, consecuencias de una intensiva y descontrolada deforestación que ha reducido su superficie arbolada en más de un 40 %. Estadísticamente, cada dos años algún desastre natural, terremoto, inundación, tornado, huracán..., agrava el caos político y humanitario existente. En este país, concretamente en la población de Tabarre de Puerto Príncipe, la Penya Valencianista per la Solidaritat financió la construcción de un campo de fútbol-sala dentro del recinto de la escuela ´Nuevo Hogar de St. Louis´, que acoge a 183 niños y niñas huérfanos a raíz del terremoto sufrido en la capital haitiana el 12 de enero de 2010. Esta escuela está impulsada por el sacerdote norteamericano Richard Frechette quien posteriormente, al constatar las deficiencias sanitarias del país, estudió medicina trabajando también allí como médico.

n En el acto inaugural del campo de fútbol se destapó la placa de cerámica en una de sus paredes dedicada a la gran figura del valencianismo ´Antonio Puchades´ y se celebró un partido en el que, aunque los pequeños jugadores iban descalzos, llevaban unas bonitas equipaciones del Valencia CF que nuestra Penya les había llevado. Ahora tenemos el proyecto de sufragar botas para todos los jugadores y jugadoras que formen los equipos de la escuela. La alegría de los niños por estrenar un campo de fútbol en condiciones nos contagió a todos los que estábamos allí disfrutando tanto o más que ellos, al saber además que de dicho campo también se beneficiarían los seiscientos alumnos no huérfanos de la comunidad de Tabarre que acuden diariamente a la escuela primaria gratuita.

De la misma manera, nos alegró visitar las otras obras realizadas por el Padre Rick como el Hogar St. Anne para huérfanos menores de seis años, el Hospital pediátrico St. Damien Chateaublond que trata a más de 91.000 niños al año, enfermos de VIH/SIDA, tuberculosis, cáncer y desnutriciones, entre otras enfermedades, el Centro Kay St. Germaine de rehabilitación y tratamiento para niños discapacitados, el Centro Kay Gabriel para rehabilitación de adultos. También dirige el Centro Francisville de formación y empleo autosostenible en cuyos talleres los jóvenes sin recursos aprenden un oficio, el Hogar Kay St.Helen´en Kerskoff, a unas tres horas de la capital, para cuatrocientos niños huérfanos y abandonados y el Programa de construcción de casas para las comunidades de los barrios marginales de Wharf Jeremie y de Cité de Soleil.

En esta última localidad pudimos visitar las diez casas nuevas construidas por el Padre Rick junto a las preexistentes chabolas de uralita, cartones y telas raídas en las que aún seguía viviendo gente. Allí no había pobreza como la que habíamos visto en otros países en vías de desarrollo, allí había auténtica miseria e insalubridad, sufrida sobre todo por los niños más pequeños que, descalzos y semidesnudos, nos acompañaron en nuestro recorrido en medio de deshechos de todo tipo, inmundicias y vertidos de aguas fecales. Volvimos encogidos de dolor pero agradecidos a tantos que están dando su vida por otros. Los que quedaron en su no-país también lo hicieron con su dolor a cuestas y dispuestos a compartir lo recibido. Los colores y el escudo de nuestro Valencia quedó presidiendo la cancha con el nombre del gran Puchades. Hace unos días más de mil personas (y aún son cifras provisionales) murieron víctimas del huracán Matthew.

El terror ha vuelto, ahora disfrazado de huracán. En la Penya Valencianista per la Solidaritat hemos decidido apoyar la Iniciativa de la Fundación por la Justicia para tratar de reducir en lo posible el cólera que se extiende y las deficientes condiciones sanitarias de la mayor parte de la población, muy particularmente de los niños desnutridos y más vulnerables. Los kits de las medicinas tienen un coste bastante elevado y se envían principalmente dos tratamientos, uno para el Cólera, cuyo coste es de 5,22 euros por persona (un importe total del kit de 4.700 euros), y otro tratamiento de medicina general, cuyo coste es de , euros por persona (un importe total del kit de 12.000 euros).

La decisión que te pedimos es que valores a cuántos puedes y quieres ayudar a curar el cólera o a ser atendidos de emergencia. Muchas gracias por tu ayuda en su nombre y en el nuestro. Amunt!

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