.
Un futbolista -un equipo- es su estado de ánimo. El diagnóstico de Manolo Gabbiadini confirma esa condición no escrita del fútbol. Su agente, Silvio Pagliari, es rotundo con el cuadro: «Manolo está viviendo uno de los momentos más difíciles de su carrera... se están sucediendo episodios negativos, como su expulsión en Crotone o la lesión que le ha dejado fuera de la selección italiana». Lo peor, su nivel de juego. El futbolista está atormentado, desquiciado y lejos de la versión que lo llevó a ser considerado uno de los atacantes más brillantes del Calcio. En el Nápoles de Sarri no ha encajado, por diferentes cuestiones: continuidad, seguridad en sí mismo, competencia, posición, estilo. Pagliari no dejó lugar a las dudas en ´Raisport´: «Andamos a la caza de esa chispa que hasta ahora no se ha producido. El módulo (táctico) no es el más apropiado para sus características, vamos a valorar el futuro en los próximos meses». El agente de Gabbiadini confirmó en la ´Rai´ la información ofrecida por SUPER tras contactar con el entorno del jugador. El delantero no encuentra su sitio en el Nápoles, necesita nuevos retos y busca confianza. La posibilidad de venir al Valencia encaja con sus objetivos y le seduce; aquí volvería a coincidir con Prandelli, entrenador de la misma nacionalidad, a quien conoce y -más importante todavía- con el que conecta. Prandelli atrae a Gabbiadini y Gabbiadini atrae a Prandelli. Esa puede ser la clave del destino, que también depende de los próximos partidos y del mercado.
Así juega Manolo Gabbiadini
Los nombres se cruzan: Gabbiadini quiere dejar San Paolo, pero depende del fichaje de otro delantero, como mínimo. El nombre que lidera la lista del Nápoles es Leonardo Pavoletti, que debe decidir si deja el Genoa. De Laurentiis y Preziosi han perfilado un principio de acuerdo por 18-20 millones de euros. El problema es la identificación del punta con el club, consciente al mismo del salto deportivo y económico (doblaría su ficha) que daría con 28 años. Todo parece factible.
Así juega Simone Zaza
Pavoletti, Zaza y el mercado
La segunda vía para el Nápoles es Simone Zaza, que también interesa a Prandelli. Si la negociación por Pavoletti cuaja, Prandelli tendría un poco más cerca la opción de Gabbiadini o Zaza. En caso negativo, el Nápoles dirigiría sus tentáculos hacia el punta cedido por la Juve en el West Ham. Cuestión que no conviene atendiendo a las declaraciones de Zaza tras el Liechtenstein-Italia.«Dejar el West Ham sería una derrota personal. El Nápoles es un grandísimo equipo, pero ahora sólo pienso en jugar bien y desbloquearme». Los ´Hammers´ están obligados a comprar al ´nueve´ -por 20 millones de euros- si juega 14 partidos y lleva nueve, con cero goles. Pese a todo, hace unos días, su padre y agente, Antonio, no garantizó su continuidad en Londres hasta junio. «Nadie del Nápoles me ha llamado, aunque hubo una negociación en verano. La posibilidad sería bienvenida, hablaría con ellos con mucho gusto», explicó el padre a ´Calciomercato´. Salvo medida drástica, lo normal es que Zaza alcance esa cifra antes del cierre de enero. Entonces, Manolo podría convertirse en moneda de cambio, con Zaza y el West Ham de fondo. En cualquier caso, Gabbiadini es quien decide su futuro. No sólo está el interés valencianista, tiene pretendientes en Italia y en el extranjero: Everton, Wolfsburgo o el propio West Ham. El puzle es complicado, pero el Valencia cuenta con el factor Prandelli. El club también tendrá que hacer un esfuerzo económico. La experiencia dice que negociar con De Laurentiis nunca es sencillo y de partida pide 20 millones.
