Había que tocar algo en el equipo en busca de soluciones de urgencia y Cesare Prandelli parece decidido a ello. No variará apenas su alineación titular, pero sí la disposición táctica en el campo. El italiano se está planteando un cambio de dibujo por primera vez desde su llegada al banquillo. Las vías de escape en el centro del campo, las constantes pérdidas de balón o la falta de mordiente y gol en el ataque han provocado que técnico medite seriamente aparcar su clásico 4-3-3 y rescatar el 5-3-2 como solución de emergencia. Así lo ensayó este miércoles imos minutos del entrenamiento a puerta cerrada en la ciudad deportiva de Paterna. El objetivo es proteger al equipo de cara al Sánchez Pizjuán con una defensa de cinco con tres centrales, dos carrileros, el trivote y dos puntas.

El técnico del Valencia mueve ficha después de la serie de cinco partidos en los que, salvo la excelente imagen ofrecida ante el Barcelona, el equipo no ha podido más que sumar dos puntos frente al Deportivo de la Coruña y el Granada en casa. Dos puntos de quince posibles en los que el Valencia fue paulatinamente retrocediendo en la mejoría como bloque que experimentó de la mano de Voro y en los primeros partidos del italiano en el banquillo. «Hemos tocado fondo», reconocían Prandelli y el capitán Enzo Pérez a la finalización del último partido en Mestalla. En esa misma rueda de prensa el entrenador afirmó: «La situación real ahora es pelear por no bajar. Esta es nuestra situación y tenemos que mejorarla». Ese primer paso hacia la mejoría puede ser un cambio de dibujo táctico.

El entrenador de Brescia ensayó en Paterna con un sistema en defensa de tres centrales con dos carrileros de largo recorrido. Un plan que no es su modelo de referencia, pero que siempre ha utilizado en momentos delicados durante su dilatada experiencia. Por ejemplo, echó mano de él puntualmente al mando de la Fiorentina, de la selección italiana o durante su última etapa en el Galatasaray turco.

¿Y cuál fue el equipo que probó Prandelli en el Antonio Puchades? Nada cambia en la portería. Diego Alves es fijo bajo palos. Los cambios llegaron en defensa. Desapareció la línea de cuatro con dos centrales y dos laterales. Cesare dispuso una defensa de cinco con tres centrales. Ezequiel Garay ejerció el rol de central derecho, Eliaquim Mangala actuó de libre en el centro de la zaga y la gran sorpresa en la alineación fue la presencia de Aymen Abdennour como central izquierdo. El tunecino podría ser la gran novedad en el once en detrimento de un Martín Montoya que ya sabe lo que es caerse del equipo durante el descanso. Esta vez, le podría pasar de inicio. Y es que, como quedó claro en el entrenamiento, los dos carrileros serán Joao Cancelo en la derecha y José Luis Gayà en la izquierda. El trivote es innegociable. Prandelli volvió a juntar a Mario Suárez, Enzo Pérez y Dani Parejo. La gran diferencia es que los tres tendrán un central más por detrás y, por tanto, el equipo no será tan vulnerable y dejará tantos espacios como ante el Granada. Arriba jugaron dos delanteros. Prandelli acercó a Nani al área -es uno de los pocos que tiene gol- y retrasó a Rodrigo jugar en una posición de segundo delantero más cómoda para él. Hay lógica. Ahora falta que también haya resultado.