Lo que menos quiere Voro ahora mismo es meter más presión a los futbolistas. Bastante superados los vio ya el martes en la dura derrota contra el Celta en la Copa. El técnico sabe que los jugadores son en este momento los únicos que pueden salvar a la entidad de Mestalla de la final a vida o muerte contra Osasuna del lunes. Por eso no ha dudado en protegerlos y reforzarlos inmediatamente después de acabar el partido contra los gallegos. El de l’Alcúdia se ha convertido en el mejor portavoz del Valencia dentro y fuera del vestuario.

Fuera intenta aislar a sus futbolistas de la vorágine de críticas que está recibiendo el proyecto a la deriva de Peter Lim. Así lo hizo en la rueda de prensa post-partido. «Es difícil pedirles a los aficionados que nos apoyen pero hemos visto el nerviosismo de los jugadores con el 0-3», reconoció. Dentro, por otra parte, concentra todas sus fuerzas en devolver su confianza y autoestima a sus jugadores para que rindan de la mejor forma posible en Pamplona. Lo hizo en el vestuario de Mestalla nada más acabar el partido. Layhoon Chan y Suso García Pitarch no hablaron, Voro sí.

El entrenador se dirigió brevemente a los jugadores

Justo después del doloroso 1-4, el técnico intentó reforzar a los jugadores diciéndoles que habían acabado el partido con «dignidad» a pesar de la dolorosa derrota y que, lejos de dejarse llevar, habían demostrado «querer» competir. El de l’Alcúdia agradeció también que acabaran el partido sin expulsiones como les había pedido en el descanso y emplazó a todos a olvidarse rápido de la goleada del Celta de Vigo y la Copa del Rey y centrase única y exclusivamente en preparar y sacar adelante el partido contra Osasuna del próximo lunes en el que el club se juega la vida. Voro está convencido, por difícil que parezca, que la actitud estará presente en Pamplona como lo estuvo en la segunda parte del martes y que ese es el camino para ganar.

Voro entiende que el equipo compitió en unas condiciones muy complicadas contra el Celta con un gol a los tres minutos, un penalti dudoso, un gol de rebote, la lógica desesperación de una grada que vio cómo su equipo encajaba tres goles en dieciocho minutos y, sobre todo, las bajas por lesión. Un último contratiempo que Voro espera que no castigue tanto al equipo en Pamplona. La previsión es recuperar efectivos en ataque y defensa. Arriba está asegurada la presencia de un Luis Nani que ya está al cien por cien físicamente y regresará después de perderse los cuatro últimos partidos. ¿Y atrás? Todavía quedan tres días por delante pero la sensación es que Eliaquim Mangala llega a tiempo para reforzar el centro de la defensa. Aderllan Santos es duda y el que más difícil lo tiene es José Luis Gayà, todavía muy mermado por sus problemas en el hombro. El que no estará casi con toda seguridad será Ezequiel Garay. El argentino cumple el sábado los plazos de recuperación de su lesión muscular. Justo cuatro semanas. Sin embargo, la realidad es que no tiene fecha de vuelta ahora mismo. ¿Por qué? Una tendinitis rotuliana ha aparecido en medio del proceso de rehabilitación y le ha obligado a parar y visitar al Doctor Cugat en Barcelona en busca de opiniones externas. Se trata de una lesión complicada como la pubalgia impredecible y esa es la razón por la que a fecha de hoy no tiene plazos.Volverá cuanto está bien. Ya sea en una semana o en un mes.

Todos los lesionados tienen cita este jueves en la ciudad deportiva de Paterna para acelerar sus recuperaciones. El resto descansa. Así lo ha querido Voro para que la plantilla desconecte por 24 horas y vuelva con las pilas cargadas para la final del lunes. El Valencia se juega la vida y los que saltarán al césped son los jugadores. Bien lo sabe Voro. No queda otra. Todos a una. A por Osasuna.