El vestuario está intentando aislarse de todos los problemas del club. La dimisión de García PitarchGarcía Pitarch es otro lance más en una situación de caos absoluto. Las toneladas de porquería que desbordan los despachos no puede pringar más a la plantilla. Voro -una de las pocas firguras con crédito que todavía mantiene la entidad- tiene claro el objetivo. El equipo debe hacerse fuerte en la tormenta. El protocolo del entrenador pasa por reanimar la confianza del grupo. Justo ahora, cuando más difícil parece, los jugadores deben frenar el desmoronamiento del Valencia CF con una victoria. La estabilidad pasa por ganar. Ese es el mejor remedio que conoce este juego. Tiene que mandar el fútbol porque la situación es de emergencia total y la visita a Pamplona reclamará un tono competitivo potente. Osasuna también ha activado el estado de alarma. Petar Vasiljevic, hasta hace unos días director deportivo rojillo, ha tomando el mando como entrenador en lugar de Joaquín Caparros. Se ha llamado a la unión y El Sadar es el plus para conseguir la permanencia. Como ha sido siempre. Esa es la ventaja de adversarios como Osasuna: vienen del barro y están acostumbrados a partirse la cara en la zona baja de la clasificación. Nada que ver con esta sociedad confundida y sin modelo. El partido es una final y la realidad supera al tópico. Una derrota esta noche sería un drama. La diferencia con el farolillo rojo se reduciría a dos puntos.
El Valencia no gana desde el pasado 16 de octubre: 1-2 en El Molinón ante el Sporting, en el estreno de Prandelli, pero con el guión diseñado por Voro. El drama es todavía peor en Osasuna. Aunque ese fin de semana coincide también su única victoria de la temporada (2-3), ante el Eibar en Ipurua. En El Sadar sólo han logrado frenar a Celta y UD Las Palmas, dos empates. Sus últimos seis partidos han sido sinónimo de derrota. Es colista por deméritos propios y el paso de Joaquín Caparrós sólo ha servido para pronunciar la descomposición mental y táctica de un advesario limitado en recursos y falto del espíritu y la intensidad con los que siempre logró el tono competitivo mínimo para sobrevivir.
En puntos de descenso
El Valencia no puede fallar en hambre, agresividad y control emocional. Igualar a Osasuna en todos esos apartados es medio partido ganado. El vestuario asume que Osasuna, rival directo, es una especie de prueba del algodón. Si hay un equipo peor -o igual- que el Valencia en LaLiga es Osasuna. Enero puede ser dramático con Espanyol, Villarreal y Las Palmas como próximos choques. La peor noticia posible podría llegar en forma de reacción en Sporting, Granada y Osasuna. Pamplona es el escenario perfecto para ofrecer una prueba de vida.
Ambiente peligroso
«Los jugadores saben que los resultados son lo único que puede cambiar esto», marcó Voro. El ambiente dentro del grupo es positivo. Y así se hizo evidente durante el último entrenamiento en la ciudad deportiva de Paterna. El vestuario siente que puede ganar y eso ya significa un paso al frente. Sin embargo, preocupa el ambiente, el ´factor ambiental´. No sólo es el ambiente del feudo rojillo o el campo, también preocupa el frío y el horario, lunes no es día para una final liguera. Hay más ambiente de fútbol el fin de semana. Eso puede llegar a restar.
El papel de Nani
Joao Cancelo, dramático ante el Celta en Copa, es baja por sanción y Montoya entrará en el lateral derecho. Pese a la presencia de Aderllan, Mario Suárez podría continuar como central, acompañado de Eliaquim Mangala. En la banda izquierda, las pruebas vuelven a lanzar un mano a mano entre Siqueira y Lato. La apuesta por Carlos Soler dejó buenas sensaciones en Copa, pero Voro pidió tiempo para los canteranos, que siguen teniendo presencia destacada en la lista con la continuidad de Sito y Rafa Mir, más habitual. El centro del campo será parece que será para Enzo Pérez, Parejo y Medrán. Arriba, tres atacantes: Santi Mina, Rodrigo y Munir. Luís Nani está en la convocatoria, pero parece que esperará su turno desde el banquillo. Finalmente, sí es Carlos Soler el elegido por Voro para ser tituñlar en este partido tan importante para el Valencia.
