Joaquín Caparros ha sido destituido como entrenador de Osasuna. El hasta ahora Director Deportivo, Petar Vasiljevic, se hará cargo del banquillo hasta el final de temporada. La aguas bajan revueltas también en el rival del lunes. Casi tanto como en la entidad de Mestalla.

La situación de los dos proyectos es trágica se mire por donde se mire

Valencia y Osasuna viven instalados en el caos desde que comenzaron a planificar la temporada allá por el mes de junio. Nada les ha ido bien. Porque ninguna de las decisiones que han ido tomando a lo largo del tiempo fueron acertadas. El paralelismo de despropósitos de uno y otro club es sonrojante. El resultado son dos equipos a la deriva en números de descenso a Segunda que el lunes se enfrentan a vida o muerte por su supervivencia en la Liga. Más drama en un mismo partido imposible.Los errores comenzaron pronto en verano

Osasuna renovó a Enrique Martín Monreal con el deber cumplido del ascenso, pero sin el convencimiento de que era el técnico ideal para Primera. La misma desconfianza tuvo el Valencia con Pako Ayestaran. Suso García Pitarch convenció a la propiedad y el vasco fue el elegido con más dudas que confianza. Ninguno de los dos proyectos empezó con buen pie y pronto llegaron las destituciones. El Valencia cesó a Pako el 20 de septiembre después de no sumar ningún punto en las cuatro primeras jornadas. Enrique Martín duró un poco más. Hasta el 7 de noviembre. Su destitución llegó en la undécima jornada en penúltima posición con solo siete puntos de los 33 posibles. La solución de los dos clubes pasó por buscar perfiles de entrenadores contrastados. Joaquín Caparrós en el caso de Osasuna y Cesare Prandelli en el Valencia. Ambos, curiosamente, alejados de los banquillos durante un tiempo.

Ninguno fue la solución

El italiano presentó su dimisión irrevocable el pasado 30 de diciembre después de una pobre victoria en ocho partidos. Solo por diferencia de goles su equipo no está en puestos de descenso. La historia se repite con Caparrós. El técnico andaluz no ha podido enderezar el rumbo del equipo en una dinámica autodestructiva y solo ha conseguido una victoria por siete derrotas en sus ocho partidos en el banquillo osasunista, con un balance de tres goles a favor y la friolera de 17 tantos en contra. La única victoria le sirvió para eliminar al Granada en dieciseisavos de final de la Copa del Rey, competición en la que los rojillos tienen escasas posibilidades de acceder a cuartos tras el 0-3 encajado el pasado martes ante el Eibar en su estadio El Sadar. ¿Les suena de algo? Como el 1-4 del Celta de Vigo en Mestalla. Hasta en eso se parece Osasuna al Valencia.

Caparrós se mostraba seguro de que el equipo mejoría en competitividad con la llegada de nuevas incorporaciones en el mercado invernal. El técnico andaluz, tal y como pasa en el Valencia, confiaba en reconducir la temporada con tres o cuatro fichajes para revitalizar las líneas. Este miércoles, sin ir más lejos, manifestó en las redes que mejorarían con los «refuerzos que están por llegar» en la portería, la defensa y el centro del campo. «Andamos muy justos de plantilla pero estoy seguro de que con los refuerzos que están por llegar mejoraremos la competitividad. Si llegan los fichajes no será a sus órdenes. Este jueves fue destituido sin que se concretara ninguno. El club anunció su cese solo unos minutos después de que el andaluz entrenara en Tajonar.

Una vez más Osasuna y Valencia han vuelto a coincidir a la hora de buscar soluciones. Esta vez las han encontrado en casa. Voro, hasta entonces delegado, coge el banquillo por primera vez en su carrera de forma no interina. Petar Vasiljvic asumirá ahora la dirección deportiva tanto en el banquillo como en los despachos. ¿Funcionarán? El lunes en El Sadar habrá respuesta.