En lugar de añadir un nuevo capítulo a la tendencia destructiva en la que parecía atrapado el Valencia, la marcha de Prandelli no hizo más que encender una chispa de reivindicación en el seno del vestuario. Después de que la credibilidad de los jugadores se desplomase hasta alcanzar mínimos tras cuajar la cuarta peor temporada del club en su historia, Prandelli no valoró que darle dos vueltas de tuerca al asunto situando a la plantilla en el centro de la diana con el ´fuori´ solo podía traerle consecuencias desastrosas. Aquello, en efecto, supuso la brecha definitiva para una relación ya degrada con sus futbolistas y si faltaba algo, poco después pegó la espantada. Se bajó del barco y los jugadores se enteraron por la prensa. Aquello, después de todo, fue dinamita. Frenar el rumbo de colisión y armar cuanto antes un discurso de reacción se volvió algo personal para los futbolistas.

El italiano es pasado pero su nefasto recuerdo alimenta los esfuerzos de la plantilla. Tras cinco partidos, Voro ha retratado a Prandelli cambiándole la cara al equipo por dentro y por fuera y la plantilla se alegra. Se alegra de que el equipo repunte y se alegra de que Voro deje en evidencia a Prandelli. El rencor hacia el italiano ha hecho más fuerte a este equipo.

Todos corren por Voro

Un rencor que mezcla con la altísima consideración que tienen los jugadores acerca del de l´Alcúdia, que no ha hecho más que ganar activos para su causa. Todos corren por él y están dispuestos a ir hasta el final. Su contribución ha sido decisiva para construir una dinámica positiva, recuperar una relación óptima entre los actores del día a día e implantar un modelo de gestión sólido y convincente porque no es una postura. Tras la salida del italiano han cambiado muchas cosas de puertas hacia dentro. Voro va de cara y restaura el equilibrio. Así lo definía Enzo Pérez tras la victoria en Villarreal. El argentino no suele comparecer ante los medios. Considera que en el fútbol se habla en el campo y no fuera. Se lo pidieron «por favor» y él, fajador, arremetió contra Prandelli sin citarlo: «Voro es un tipo leal, te dice las cosas de frente. No vende humo, no te dice una cosa dentro y algo diferente en comparecencia de prensa. Lo agradecemos. Es de los nuestros. Nos transmite valencianismo». El contraste deja en mal lugar al italiano.

El caso del argentino es el más elocuente porque se ha pronunciado pero la suya es una opinión generalizada dentro de la plantilla. Según ha podido saber SUPER después de pulsar el vestuario, los jugadores reconocen en Prandelli un incentivo más a la hora de trabajar para impulsar al equipo hacia una nueva realidad. Al contrario que Voro, que gestiona desde la confianza y lo primero que hizo en su intervención de urgencia fue proteger a los futbolistas blindando el vestuario de las críticas, el movimiento de Prandelli -aunque seguramente no fuese su intención original- les empequeñecía todavía más. No es momento para sacar pecho, las dos victorias no son más que un punto de partida, pero los jugadores celebran este ensayo de reacción porque, como dice una voz del vestuario, «no somos lo que él quiso que pareciéramos» con su mensaje ante la prensa y la afición.Voro les representa

Voro ha vuelto a convertir a Enzo Pérez en un hombre importante. Cuenta con él y salvo que el club le diga lo contrario en la última semana de mercado quiere que sea una pieza referencial por su agresividad y sus condiciones. Siempre va a muerte. El argentino se siente identificado con Voro.