¿Dónde está escrito que el partido de la jornada 16 entre el Valencia y el Real Madrid tenía que disputarse más tarde de la fecha prevista a principios de temporada y no antes? A pesar de que los blancos se clasificaron para disputar el Mundial de Clubes a finales del mes de mayo -tras la conquista de la Liga de Campeones- y la Liga disponía de un margen de tiempo suficiente para encontrar una fecha adecuada y que no perjudicara a nadie, al final han acabado haciendo una auténtica chapuza al fijar el horario para el partido, aplazado porque la jornada coincidía con las fechas del mencionado torneo internacional. El horario estaba en el aire. Esta situación es conocida desde hace meses, si bien el problema no se ha afrontado hasta hace unas semanas, lo cual descarta la posibilidad de que se jugara antes de la fecha prevista para la jornada 16 y abona el partido a un tramo en el que el calendario de competición estalla por sus costuras. Posteriormente se decidió que se jugase el 22 de febrero pero una vez fijado el día, el horario se volvió un problema. Este lunes la LFP informaba de la hora definitiva...El horario es una auténtica chapuza.

¿Por qué? El partido se jugará un miércoles a las 18:45, un horario con el que es complicado asistir al estadio teniendo en cuenta que se trata de un día laborable, por lo que los aficionados del Valencia -en la medida en la que el encuentro se juega en Mestalla- se van a ver perjudicados. Sucede que el partido no se puede disputar más tarde, una solución que permitiría cierto margen de maniobra, especialmente a aquellos aficionados que viven fuera de València y después de trabajar se subirán al coche en dirección a la ciudad. ¿El motivo? La normativa UEFA obliga a que el encuentro comience antes de las 19:00 horas: está prohibido que se retransmita en directo ningún partido en la misma franja horaria de una jornadade Champions League. El partido inicialmente estaba previsto para las 21:00 pero ese día, a las 20:45, se disputan el Sevilla-Leicester y el FC Porto-Juventus. Para que acabe antes de las 20:45, el Valencia-Real Madrid debe empezar antes de las 19:00. La decisión final ha sido que el balón ruede a las 18:45.

La situación es conflictiva, más cuando el partido -previsto inicialmente para el fin de semana del 17 y 18 de diciembre- se aplazó en el mes de agosto, cuando se elaboró el calendario de competición. La del miércoles 22 a las 18:45, en cualquier caso, no ha sido la única opción. El calendario FIFA ofrecía alternativas para encontrarle un hueco el encuentro en los primeros meses de la temporada. También ahora. Y es que con el Madrid y el Valencia eliminados de la Copa del Rey, el duelo aplazado podría haberse jugado en la semana en la que se disputaron partidos de vuelta de las semifinales de la competición.

El valencianismo, en contra

La decisión de poner el partido el martes 22 a las 18:45 no ha sido bien recibida por el valencianismo, que ha protestado enérgicamente en las redes sociales por la mala gestión de la Liga en este caso, una realidad que queda reflejada también en los datos que desliza la encuesta de SUPER. Al cierre de esta edición, la pregunta «¿Te parece justo el horario del Valencia-Real Madrid?» registraba un 87% de votos negativos, mientras que solo un 13% eran positivos. Está claro que la decisión no beneficia a nadie directamente pero el gran perjudicado de todo esto, sin lugar a dudas, es el valencianismo. Esta chapuza de horario dificulta la llegada de aficionados de fuera de la ciudad y pone en riesgo un ambiente extraordinario en Mestalla para recibir al Madrid en un partido que es un estado de ánimo y está por encima del momento de cada equipo, como ha quedado demostrado en los últimos precedentes.