Se llama Daniel Jesús Trujillo Suárez, es canario y recién ascendido a primera división. Este sábado pitaba por primera vez un partido al Valencia CF y tuvo el honor de perjudicar seriamente al equipo valencianista también por primera vez. En el minuto 26 de partido, cuando mejor estaba el equipo de Voro y rondaba el gol la portería del Betis, se produjo la acción que condicionó el choque en el Benito Villamarín, una jugada de Munir en la izquierda con disparo que rechazó Adán en corto hacia la posición donde se encontraba Montoya. El lateral la recogió con un disparo duro que impactó con total claridad en la mano de un defensa, Germán Pezella, que con el brazo totalmente extendido logró interceptar una pelota que tenía pinta de gol. Protestas, sorpresa, el defensa que disimula escondiendo la mano y el árbitro que ordena seguir el juego. En la banda salta todo el banquillo, Voro se echa las manos a la cabeza al ver que un penalti tan claro tampoco se señala a favor.

Después de esto, cualquier cosa pudo pasar y el empate final sin goles no deja de significar un punto más que en la situación del Valencia es muy poco. Pudo ser peor porque el Betis, sobre todo en los minutos iniciales de cada uno de los dos periodos, buscó la portería y se encontró con los palos, en la primera parte Rubén Castro y en la segunda Petros. Lo del Valencia, que tuvo sus mejores minutos mediada la primera mitad y en los últimos diez del partido, fue más intención que peligro real excepto en esa jugada en que el colegiado no señaló el penalti y algún lanzamiento de falta de Parejo.

Voro sorteó finalmente las ausencias en la medular, sin Enzo ni Carlos Soler, con una variación en el sistema. El tercer hombre, con Parejo y Mario Suárez, sería Orellana por detrás de Mina, delantero centro. La propuesta salió bien sobre todo cuando el chileno lograba contactar con el balón entre líneas, tiene calidad para jugarla, aunque aparecía con la misma facilidad que desaparecía. Atrás, el Betis rozaba el gol en una acción desafortunada de Alves, una salida sin explicación alguna en la que los andaluces pudieron marcar por mediación de Rubén Castro si no fuera porque Gayà la sacó bajo los palos. El Betis reclamaba un penalti de Montoya a Ceballos en el que no parece haber contacto suficiente poara provocar la caída y el colegiado anularía también un gol a Santi mina por falta previa al defensa.

Tras una primera mitad correcta, que no buena, el Valencia cedió terreno al Betis en la segunda. El equipo de Víctor Sánchez llegó e encerrar durante algunos minutos al Valencia, momento en el que Voro retiraba a un desacertado Santos, que además tenía tarjeta, para dar entrada a Abdennour. El partido se calentó, el público le protestaba todo al árbitro buscando una segunda ayuda. Mientras le duró la gasolina a Dani Ceballos el Betis tuvo a tiro la victoria, hubo unos minutos en que hubo que sufrir para mantener la portería a cero, pero a la recta final llegó mejor el Valencia con la energía de Cancelo y Zaza. Fue el portugués el que más cerca estuvo de rubricar el tanto de la victoria en un disparo que sacó con apuros el meta. No hubo tiempo ni dinamita para más.

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