El Valencia apostó por Simone Zaza Simone Zaza para circustancias como las que se vienen encima. Ha llegado el momento de transformar las ocasiones en goles y los goles en puntos. Los acontecimientos le han emplazado en primera línea, por rol y responsabilidad. Con Rodrigo fuera de combate, la lesión de Santi Mina -espera estar contra el Atlético- deja al italiano como alternativa casi única para la delantera para los cuatro próximos partidos, como mínimo. Athletic, Real Madrid, Alavés y Leganés rompen como prueba, reto y oportunidad. El momento es complejo y el calendario es realmente potente. El delantero de Metaponto está ante el escenario que llevaba esperando los últimos 18 meses: tiene la oportunidad de reivindicar su valor defendiendo la camiseta de un grande, tendrá continuidad, confianza y protagonismo total ante la falta de contrapesos.

Zaza está obligado a dar un paso al frente y demostrar mucho más de lo que ha demostrado hasta la fecha. Su estado físico, su ascendencia mental, la mundaza y el cambio de equipo advierten un tiempo de adaptación para el que ya no tiene margen. El Valencia necesitaba un goleador de rendimiento inmediato, pero fijó el tiro en un futbolista por rehabilitar, que arrastraba seis meses de sufrimiento en Londres con el West Ham, un verano de pesadilla tras el penalti fallado ante Alemania en la Eurocopa y una temporada como cuarto delantero en la Juve. La buena noticia es que Zaza, en su mejor versión, tiene nivel para conquistar una plaza en un grande de Europa y ganarse la confianza de Antonio Conte para representar a Italia, pese a su condición de suplente. Ese es el jugador que debe esforzarse Voro por iluminar de nuevo. Siempre hizo goles en partidos importantes. La temporada pasada apareció ante el Nápoles para dejar su impronta en un momento trascendente. Ese es el auténtico Simone.

Responsabilidad y presión

Romper la mala dinámica no es cuestión de cuatro partidos. Hasta la fecha, Zaza sólo ha sido titular ante el Eibar, en el peor partido en el último ciclo de Voro. Debutó ante el Villarreal demostrando su verticalidad y dejó buenos detalles ante Las Palmas. Ante el Betis no estuvo fino, pero tampoco le llegaron balones en condiciones. Simone siempre ha demostrado capacidad para reaccionar y levantarse en situaciones límites, con la excepción de lo sucedido en Londres. Ahora es el momento. En Valencia se siente como en casa y su aclimatación al grupo marcha de maravilla. Ha encajado perfecto con el bloque de los españoles y tiene buen rollo con compañeros como Mario Suárez o Jaume Domènech.

Zaza ya ha cumplido cuatro de los 10 encuentros en los que debe participar por contrato para que el Valencia tenga que hacer efectiva la opción de compra obligatoria de 16 millones de euros. Salvo lesión, está destinado a superar el corte próximamente. La confianza desde el club es total y el fichaje está asumido desde el primer momento. Simone tiene confianza y desde ahí tiene que hacerse fuerte y crecer. El italiano aseguró hace unos días que está tomando fuerza. Siente que tiene todo de cara para "renacer". Están Munir y Nani, pero no hay otro nueve. El Valencia necesita a Zaza y Zaza necesita al Valencia.