Rafa Guerrero, exárbitro asistente con catorce años de profesión en Primera División y que alcanzó notoriedad mediática en 1996 con el «Rafa, no me jodas» de su colega Mejuto González en una polémica jugada que se produjo en un Zaragoza-Barça, se ha pronunciado en las últimas horas sobre la charla de la presidenta Layhoon Chan con Victoriano Sánchez Arminio, presidente del Comité Técnico de Árbitro, y Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol que tuvo lugar el pasado lunes en la junta directiva de la RFEF. El colegiado, que ha sido entrevistado por el programa Tiempo de Descuento de Gestiona Radio, afirma convencido que la visita de Layhoon en la que se transmitió la preocupación y el malestar por los arbitrajes recibidos desde un tiempo a esta parte «no sirve para nada, absolutamente para nada» y agrega que «si no, irían todos los equipos».

El excolegiado, que ahora ejerce como comentarista en distintos medios de comunicación de ámbito nacional, asegura por lo tanto que esto podría incluso tener un efecto negativo, en parte debido a que el Valencia ha proclamado el encuentro a través de sus conductos oficiales e incluso ha llegado a afirmar mediante un comunicado oficial que Sánchez Arminio llegó a reconocer «errores» a Layhoon, prometiendo que los árbitros se comprometen a seguir mejorando. «Hacer de una charla privada algo público... Me parece que se han equivocado. Se han justificado con la afición», expone Guerrero.

El «cortijo» de los árbitros

Lo cierto es que, como reflejan los datos recogidos por la encuesta de SUPER, un sector importante del valencianismo piensa que la respuesta del club a los arbitrajes no ha estado a la altura tras la comparecencia de Juan Cruz Sol y los dirigentes estaban en la necesidad de escenificar una reacción potente. Sobre la puesta en escena del Valencia, el exárbitro considera que «el Valencia está muy mal asesorado con el tema arbitral» y que «la representación del Valencia la tiene que llevar alguien cercano al fútbol» porque «aceptarían mejor a un ex árbitro trabajando». En este sentido, sentencia su argumentación, «tengo la sensación de que el Valencia ha perdido peso federativo con la llegada de Meriton». Al respecto del estamento arbitral, Rafa Guerrero es muy crítico: «vivimos en un cortijo alejado del mundo exterior que se llama Comité Técnico de Árbitros, se tiene que adaptar al siglo XXI. Los árbitros tienen que trabajar como si fueran un equipo de fútbol». Por último Rafa Guerrero defiende a Munuera Montero y Trujillo Suárez, los dos árbitros que han perjudicado al Valencia ante Eibar Eibary Betis, diciendo que «nadie toma decisiones deliberadas para perjudicar a algún equipo» y avisa que «si a un árbitro le puede el subconsciente que se retire. Todos los equipos se merecen el mismo nivel arbitral».