El Sevilla ?todavía de Sampaoli? logró su objetivo de llevarse algo positivo de Mestalla. Tuvo sus opciones incluso para ponerse por delante en el marcador, pero en definitiva fue el Valencia el que más empeño puso para conseguirlo y sumar así la cuarta victoria consecutiva. Un partido con alternativas en las dos área, muy igualado y jugado con intensidad a pesar del calor, que pudo decidirse en cualquier acción y en especial cuando en el minuto 73 el central Lenglet derribaba a Zaza en el área sin que el colegiado estimara penalti.

El Valencia enganchaba a Mestalla con una presión adelantada en busca del balón y de una victoria para regalar a sus aficionados. Ganar al Sevilla era a estas alturas una de las pocas alegrías que podían dedicar a la sufrida grada y la buscaron hasta el final. Orellana, tras un rechace del defensa a disparo de Zaza, hacía volar a Rico en el minuto 13. Era un primer aviso aunque sería Jovetic, nada más entrar en sustitución del lesionado Vitolo, el que más cerca estaría del gol. Tras una pérdida de Enzo Pérez en la zona prohibida, el exjugador de la Juve estrellaba el balón en el poste.

Npo acusó el susto el Valencia, que disfrutó a continuación de su ocasión más clara en una acción de Montoya hasta la cocina, con centro que tocó de cabeza Munir para que Mariano despejara en la misma línea evitando el gol. La pelota no entró pero el Valencia insistía y ya en el 40 Lenglet se ayudó de la mano para controlar un balón cuando era el último defensa y estaba bajo la presión de Orellana. El canario tampoco vio las manos y de hecho no señaló ni falta.

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Voro había cambiado el plan que tan bien había funcionado en Granada para dar entrada de nuevo a Enzo Pérez y Orellana, lo que obligaba a Carlos Soler a tapar la banda derecha y dejaba a Santi Mina en el banquillo. Los dos protagonistas en la definición final del mejor gol de la temporada en el nuevo Los Cármenes.

Aún así, el de l’Alcúdia lo veía claro, no hubo cambios en el descanso pese a que Enzo y Lato estaban ya con amarilla y a los pocos minutos llegaría la acción más polémica del choque. Zaza se adelanta al defensa y toca el balón mientras el francés Langlet impacta con la pierna del italiano, que se va al suelo. ¿Suficiente para ser penalti? En el área del Valencia posiblemente sí, de hecho es una de las jugadas más típicas y se señalan cada temporada decenas de penaltis en acciones similares, pero ni así.

El enfado de Zaza dio paso a los mejores momentos del Sevilla, que disfrutó de dos llegadas en las que pudo hacer daño. Primero Jovetic al desviar un centro de Escudero, pero el balón e paseó por la portería y salió rozando el poste. Después Correa, fornzando la jufada hasta la línea de fondo para estrellar la pelota en Alves.

Reraccionó el equipo de Voro con una rápida contra en la que otra vez Zaza estuvo a punto de culminar poniendo a prueba la colocación de Sergio Rico con su disparo al palo corto.

Instantes después se producía una acción polémica en la frontal del área del Valencia, en la que Alves despejó el balón con los dos guantes ligeramente fuera del área, pero el árbitro señaló el empujón previo de N’Zonzi a Mangala.

González González no dejó de tener trabajo en las áreas y en el 73 anulaba un gol a Simone Zaza al interpretar que se ayudó con la mano para controlar el esférico antes de su remate, que acabaría en la red. El canario, excepto en la acción de Lenglet en la primera mitad, veía manos por todas partes y cortaba una jugada de Martín Montoya cuando el lateral se la había llevado con el pecho claramente.

Ni la salida de Cancelo ni la de Nani, porque para Santi Mina quedaron apenas los últimos cinco minutos, cambiaron el partido en unos minutos finales en que el Sevilla evidenció no tener hambre suficiente para buscar algo más.

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