"El niño se hace mayor". El copyright del titular es de Dani Parejo, que después del partido ofreció el retrato perfecto de la jornada -en redes sociales- con una foto junto a Carlos Soler en el vestuario. Los dos fueron protagonistas sobre el césped, en positivo. Parejo estuvo notable. Marcó, jugó y fue el número uno recuperando balones (quince). Pese al número de protagonistas -Cancelo, Enzo o Lato-, los focos están sobre el canterano, con justicia. Soler completó otro partido maravilloso, coronado con un gol fantástico. Desmarque (tras la conducción y el pase al espacio de Enzo), cabeza levantada y vaselina por encima de Sergio Álvarez. El penalti que le sacó Iago Aspas quedó en anécdota. Carlos apareció para firmar el 3-2 definitivo en plan crack. Mestalla volvió a corear su nombre y los compañeros reconocieron su autoridad.

Soler volvió a ofrecer un despliegue físico, técnico y táctico de primer orden. Cada vez gira más rápido, cada vez compite más suelto, cada vez tiene más influencia. Sus números volvieron a destacar su rendimiento. Más allá del golazo, fue el jugador con más regates (cuatro de cinco intentos), también fue el número uno en ocasiones creadas (tres pases clave), recuperó seis balones, realizó tres remates a puerta y finalizó con un 28/36 en pases. Por séptima jornada consecutiva volvió a ser el jugador con más kilómetros recorridos, dentro del marco de un Valencia que superó al Celta en distancia recorrida (114 km para los locales por 107). También fue el más rápido, marcó 31km/h en el rádar de la LaLiga Stats. Su tope está en los 34,34 km/h que dejó ante el Depor.

También vale de ‘extremo’

El partido ante el Celta confirmó que Soler es un todocampista. Desde su estreno, ha jugado de mediapunta, de interior, de mediocentro y ayer lo hizo banda derecha. El canterano no tiene los recursos de un extremo puro, pero sí tiene velocidad, capacidad para conducir el balón y buen pie para centrar. Lo dejó claro en un par de carreras y también en el gol. El tercero de la temporada en Primera. Su acción ante Villarreal, Alavés y Celta confirman que tiene llegada. Carlos entiende el juego y eso le ayuda a adaptarse con naturalidad al cualquier rol del centro del campo.

Visto que hay jugadores como Orellana o Munir que no tienen el pulmón necesario para competir con solidez en la banda, Soler es un buen recurso. El chileno también juega mejor en la mediapunta y eso llevó a Voro a situar al 18 partiendo de fuera hacia adentro. El sistema tomó forma, sobre todo, sin balón. Cuando el Valencia tenía la posesión, Soler tenía libertad para moverse por dentro. La fórmula también sirvió para lanzar la mejor versión de Cancelo: asistencia, balón al palo y carreras con sentido. El Valencia fue la banda de Soler.