El Valencia CF tiene un problema con Joao Cancelo. El futbolista portugués, por proyección, es probablemente el mejor activo que tiene el club para cuadrar las cuentas y amortiguar así el ajuste presupuestario en términos de confección de plantilla para la próxima temporada, un escenario al que acudirá sin el más mínimo margen de error, arrastrando el bagaje destructivo de los dos últimos años y obligado a saldar una deuda deportiva con su afición. La salida del futbolista parece cantada a falta de definir cómo y cuándo se producirá, y su impacto económico determinará en gran medida las posibilidades del club.
Hace siete meses hablar de un traspaso de Cancelo era hablar de un traspaso seguro de 30 millones de euros. La explosión del futbolista parecía definitiva. Había encontrado su versión más decisiva, marcaba goles con la campeona de Europa -Portugal-, rendía con cierta regularidad y su nombre se asociaba a clubes como Barça, Juventus, Bayern, Manchester City o United. Hoy en día, sin embargo, no es titular en el equipo de Voro y la prueba fue el partido ante el Sevilla: se quedó en el banquillo cuando había hecho méritos en partidos anteriores para estar en el once. Su rendimiento con respecto al inicio de temporada ha caído y también su cotización. Al Valencia le quedan seis partidos para revalorizar a Joao.
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Con el equipo salvado tras el empate ante el Sevilla, las últimas jornadas de campeonato pueden servir al Valencia para tratar de relanzar al futbolista y situarlo de nuevo como uno de los principales atractivos del mercado. El futbolista necesita incrementar su participación y su rendimiento si el Valencia quiere elevar su valor de mercado. No hay órdenes en este sentido hacia el cuerpo técnico y la prueba es que Voro, un hombre de club, sigue firme en sus convicciones. Montoya es su lateral derecho titular. Así lo demuestra semana tras semana. De hecho, desde que se hizo cargo del equipo a principios de enero siempre ha utilizado por delante del portugués al de Viladecans a excepción del partido ante el Villarreal -Montoya tenía molestias en el gemelo- y la UD Las Palmas, cuando quiso premiar al equipo que consiguió la victoria unos días antes en el Estadio de la Cerámica. Si bien, Cancelo es material sensible. Todo apunta a que la suya será la gran venta de este próximo verano. El traspaso con el que probablemente Peter Lim resolverá el balance. Algo serio. Un repunte en su rendimiento de aquí a final de temporada le haría recuperar el brillo que tenía. Especialmente, si lo hace como lateral. Y es que los principales actores del mercado coinciden a la hora de afirmar que Cancelo como lateral -con Voro ha jugado 8 como extremo y 8 como lateral- es un activo mucho más valioso que como extremo. Su agilidad, desborde y capacidad para improvisar en espacios reducidos son el factor diferencial si uno lo compara con la mayoría de los laterales.
El montante del traspaso
A su favor, varios factores. El primero, que es un jugador al que las grandes secretarías técnicas tienen controlado. Un talento señalado. Habrá clubes interesados en llevárselo, eso está asegurado, el tema es el precio al que estén dispuestos a llegar. Y ahí está del Valencia. El segundo es que su representante, Jorge Mendes, es el número uno del mercado y eso, si la idea es venderlo -algo que está fuera de debate, al punto que el Valencia llegó a un acuerdo por Femenía y ha tanteado a varios otros laterales derechos para sustituir al portugués- puede jugar en favor del club. El Valencia pagó 15 millones por Cancelo al Benfica y su salida nunca estaría por debajo de esa cantidad. Además, hay otra circunstancia. Y es que después de los seis partidos que restan todavía habría una última bala para revalorizarlo. Y es que Portugal afronta dos desafíos en los que puede estar el valencianista. Uno, la Confederaciones de Rusia, donde puede ser protagonista: la apuesta de Santos mezcla los referentes de la selección con talento joven de cara al próximo Mundial. Por otro lado, la Eurocopa Sub’21, donde en caso de acudir sería uno de los pilares de su país y uno de los jugadores con mayor potencial de la competición.
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