Sirva este escrito, sin más pretensión que invitar a una pequeña reflexión sobre las cosas que están pasando y hasta arrancar alguna que otra sonrisa si se me permite, para felicitar al nuevo Director General del Valencia CF. Todavía no ha tenido tiempo de hacer prácticamente nada que influya de verdad en los resultados pero ocurre que desde que llegó el equipo no ha perdido un solo partido, ha ganado tres y empatado uno con el Sevilla para dejar definitivamente atrás en apenas quince días la pesadilla que nos ha acompañado durante meses. Aunque en realidad sí ha hecho algo importante, que es decir algunas cosas como son y sin importarle delante de quién. Vamos, que no ha tenido reparos en decir que los problemas del Valencia vienen de una nefasta gestión aunque estuvieran delante la presidenta y su comitiva. Eso delata que quizá tenga más mando en plaza de lo que se podía pensar y es también un detalle que no habrá pasado desapercibido a los jugadores, por fin viene alguien que les dice las cosas claras a los que todo lo arreglaban culpando a los futbolistas de los males del club.

A Mateu Alemany, haya influido o no en esta racha de resultados, también hay que reconocerle de momento algún mérito más, no deja de ser llamativo el hecho de cambiar el enfoque en determinados temas como la exigencia y la relación con los aficionados. Lo primero que hizo fue lanzar un mensaje para el presente y el futuro todo lo ambicioso que podía ser en esas circunstancias. Y convertir en legítimas las protestas de la gente contra Peter Lim y Layhoon, hasta ese momento demonizadas desde dentro del propio Valencia CF.

Sea como sea, lo cierto es que ha entrado con buen pie y además hasta se le puede considerar el talismán en esta reacción primaveral del equipo. Claro que, si Mateu es el talismán, lo que habría que preguntarse también es quién era el gafe.

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