"No me hagas esto nunca más por favor, papá" le dijo Tamara Gorro a su marido Ezequiel Garay a través de las redes sociales una vez supo que el percance que el argentino había sufrido en la Rosaleda durante el partido del Valencia ante el Málaga no tiene ninguna gravedad.

Garay recibió un balonazo potente en la cara que le dejó prácticamente KO en el suelo, hasta el punto que tuvo que abandonar el terreno de juego en camilla y con un collarín, de ahí la lógica y seria preocupación de su mujer, Tamara Gorro.

Lo cierto es que Garay no era capaz de recordar su propio nombre ni tampoco de hablar, lo que provocó que los médicos del Valencia decidieran trasladarlo a un centro hospitalario donde se le realizaron unas pruebas que descartan ningún tipo de lesión. El futbolista deberá estar 48 horas en reposo y se podrá incorporar al equipo con normalidad, aunque eso sí, es duda para el partido de este miércoles ante la Real Sociedad en Mestalla.

La prueba de que Garay se encuentra bien es la respuesta que dio en las redes sociales al mensaje de Tamara Gorro: "Todo quedó en un susto gracias a Dios. Las pruebas médicas salieron bien, ahora solo queda la recuperación del golpe y volver cuanto antes. Muchas gracias por todos los mensajes de apoyo. Un abrazo fuerte".