Con confianza es un porterazo y esa confianza se la puede dar Marcelino en València. Alphonse Aréola (1993, París) resulta infranqueable por arriba, tiene excelente salida de balón y reflejos por encima de la media. Difícilmente uno puede explicar el porqué del poco protagonismo del guardameta en la portería del París-SG la temporada pasada. Unai Emery fue quien habló personalmente con el parisino antes del inicio de la misma para que éste fuera su portero titular y depositó toda la confianza en el canterano antes que en Kevin Trapp, la figura que había traído Al-Khelaïfi como apuesta de futuro y por el que había pagado una cantidad de dinero sumamente importante para lo que exige un puesto tan expuesto a cambios como el de la portería.

Alphonse Aréola llegó a París tras una brillante temporada con Marcelino en la portería del Villarreal. El galo, con una personalidad enfundada, sólo fue superado por Jan Oblak y Claudio Bravo como porteros que más veces habían dejado la portería a cero en LaLiga. Además, Aréola se quedó a 5 minutos de superar los 620 minutos sin encajar gol de Diego López, que ostenta el récord en el Villarreal. Previamente, se había erigido como uno de los porteros con más futuro de Europa tras realizar un fantástico Mundial Sub-20 en 2013 del que Francia terminó campeona -en la generación de los Paul Pogba, Thauvin o Veretout, entre otros- y había sido nombrado mejor portero de Ligue 2 en el año 2014 con el Lens (con el que logró ascender). Era evidente que Emery confiaba en él por algo.

Un sueño truncado

Tras cumplir su sueño de ser el portero titular del PSG, la temporada no transcurrió como Aréola hubiera querido. La retaguardia parisina, formada por Thiago Silva y Marquinhos, no era la defensa cerrada de Marcelino, que exponía muy bien la valentía de Aréola a la hora de salir en los centros laterales. Su déficit a la hora de dar el primer paso para salir en el uno contra uno y su rapidez para vencerse, le costaron más de un disgusto. Pese a tener a Trapp en un momento de confianza por debajo incluso del de Aréola, Emery terminó poniendo al alemán en liga y Champions. Aréola quedó para las copas. No fue una decisión sencilla, pero la realidad es que Aréola no dio la talla en los momentos en los que Emery le dio confianza y necesitó aplomo.

Resbalón y adiós a la Ligue 1

El colmo para Aréola llegaría en 2017. Con Trapp lesionado, Emery no tuvo más remedio que acudir a él en un tramo decisivo de la temporada. En un PSG-Mónaco determinante para la Ligue 1, en el último minuto empató Bernardo Silva. Fue un buen gol, pero la repetición delató a un Aréola que tardó más de dos segundos en reaccionar al disparo. Muestra de su poca fe sería también un partido ante el Lille en el que en el minuto 87 se resbaló intentando regatear y dejó que su rival empatase, costándole casi en abril la Ligue 1 al PSG. Aunque acabaría ganando dicho encuentro en fuera de juego con gol de Lucas Moura, el equipo de Emery no ganó la Ligue 1 en detrimento del Mónaco.

El escenario óptimo

Tras una temporada de altibajos, Aréola puede encontrar en el Valencia un respiro fundamental para su trayectoria. Marcelino le conoce bien de su etapa en Villarreal. Ryan se marcha al Brighton y Diego Alves, pese a su acierto en penaltis, ha estado a un nivel por debajo del atesorado en temporadas pasadas. En París, Patrick Kluivert ha dejado de ser director de fútbol y el PSG ha contratado a Antero Henrique como nuevo director deportivo, en un más que evidente cambio de aires en la directiva del club. Los rumores y las fuentes cercanas al club parisino apuntan a que Emery no pondría pegas a su salida y Aréola ya dijo hace unos meses que no contemplaba otra temporada sentado en el banquillo en París.

El portero francés no llegaría en su mejor momento, está claro, pero Aréola puede volver a ser el Aréola que maravilló con Marcelino en Villarreal y que meses después le valdría para ser convocado como alternativa a Hugo Lloris en la selección absoluta francesa.