Nada más acabar la final del play-off de ascenso ante el Albacete, Curro Torres se encerró durante veinte minutos en el vestuario del Carlos Belmonte a solas con sus futbolistas. La escena era desoladora. Nadie encontraba consuelo después de quedar a las puertas del sueño en una temporada para la historia. El técnico, gestor y uno de los principales artífices del éxito de este equipo, no podía contener las lágrimas. Fueron instantes de emoción. Tuvo lugar una charla privada en la que aprovechó para agradecer la entrega y el compromiso de los suyos durante todo el año.

Curro les felicitó por el trabajo bien hecho y quiso que volvieran a casa con la cabeza bien alta. Lo que han logrado es algo extraordinario y deben sentirse orgullosos por ello. El míster, que acaba contrato el 30 de junio -dentro de tres días-, no aclaró su futuro en su discurso pero -quizá inconscientemente- alimentó las dudas al dejar en el ambiente una enigmática frase que lleva a sus futbolistas a interpretar que es muy posible que no siga al mando la próxima temporada: «si no estoy el día 13 -cuando el filial tendría previsto volver a entrenar- os deseo mucha suerte. Estemos juntos o no, ha sido un placer poder trabajar con vosotros».

Esa fue la sensación con la que se quedó la plantilla al subirse al autobús para regresar a casa. La frase, desde ese momento, se convirtió en el combustible de todos los chascarrillos. «¿Ha dicho que se va?», preguntaba uno. Todo un enigma. En esa charla Curro realmente no llegó a especificar si considera que su ciclo al frente del filial ha terminado o finalmente acabará renovando su contrato y es cierto que su mensaje invita a la confusión, pero la sensación que quedó en el vestuario es que sonó a despedida. Después de tres temporadas y media en el banquillo valencianista, este año su equipo ha alcanzado cotas difícilmente imaginables tiempo atrás.

El técnico ha recalibrado de forma radical las expectativas del filial, que a su llegada peleaba por no descender a Tercera, generando un entorno altamente competitivo donde los futbolistas crecen con la confianza de los resultados y eso se ha notado en cuanto a la promoción de jugadores para el primer equipo. En lo individual, Curro ha llevado a cabo un proceso de madurez que conduce su progresión natural a entrenar en una categoría superior, un desafío atractivo que está a la vuelta de la esquina, y ojo, porque la del VCF Mestalla no es la única posibilidad de futuro que tiene ahora mismo encima de la mesa.En sala de prensa no se mojó

Preguntado por su futuro en la sala de prensa del Belmonte, el entrenador dijo sentirse «fastidiado» por no lograr el ascenso y evitó dar pistas porque consideró que no era el momento de hablar de ello. Su futuro, indicó, no era «lo prioritario» entonces. SUPER ya informó hace unas semanas que el técnico no tenía novedades sobre su futuro. A principios del mes pasado, pese a la buena marcha del Mestalla, el club no había movido ficha para renovarle, aun con el riesgo de que su gran trabajo al frente del filial pudiese suscitar el interés de otros equipos que ya se han movido para ficharlo, tanto de España como del extranjero. Pese a ello, la confianza de Alexanko en él es un hecho, hace unos meses ya hizo fuerza para que el club lo tuviera en cuenta para el primer equipo en el caso de que se necesitara un entrenador interino, si bien los dirigentes acabaron apostando por Voro. Ahora estamos en un nuevo escenario. El futuro de Curro Torres está totalmente abierto. Ha acabado la temporada y es el momento de afrontarlo.