Entre la entidad de Mestalla y el Flamengo, que han hecho oficial el traspaso este domingo, quedaba por resolver el tira y afloja para que Diego Alves pudiese desvincularse de los años de contrato que le quedaban hasta 2019. La petición de Marcelino de querer sanear el vestuario cuanto antes provocaba que el Valencia no pudiese forzar en demasía la cuerda. En Brasil se apunta a una suma entre 300.000 y 500.000 euros. El Valencia, además, se libera de un coste salarial de 3,6 millones de euros.