Dos centrales y un mediocentro defensivo. A falta de tres días para comenzar agosto -mes del inicio de la Liga- esas son las urgencias de las que habla ya abiertamente el Valencia CF. Los objetivos están definidos. Para el centro de la defensa la pareja de refuerzos que encabeza la lista tanto del club como del entrenador la forman el colombiano del Inter Jeison Murillo y el español del Oporto Iván Marcano. Para el mediocentro los dirigentes blanquinegros siguen trabajando por Geoffrey Kondogbia, aunque sin perder de vista alternativas como Krychowiak o Mario Lemina.

Marcelino García es un apasionado del orden defensivo y el equilibrio táctico. El entrenador ha planteado su preferencia de que uno de los dos centrales que se fichen sea zurdo, esa pieza con la que sustituir a un Aymen Abdennour que no ha entrado en sus planes desde el mismo comienzo de la pretemporada. Ahí el empeño del entrenador, pese a las dificultades que supone la dureza negociadora del Oporto, se llama Iván Marcano. Un nombre, el del cántabro que triunfa en Portugal, que la secretaría técnica también tenía apuntado.

Evidentemente, la dirección deportiva maneja alternativas ante la posibilidad de que el Oporto acabe por no ceder, eso sí, se trata de opciones bastante por debajo de Marcano en la escala de preferencias del míster. Para el perfil diestro, en cambio, el abanico de posibilidades que agradan tanto a la dirección deportivo como al propio Marcelino es amplio y podría abrirse siempre y cuando el Inter no abra la mano con Murillo. Gabriel Paulista, al que dirigió en el Villarreal, es un central que por su intensidad encandila al asturiano. Sin embargo, el Arsenal no pone facilidades e, incluso, el brasileño aún no se ha entrenado en esta pretemporada a causa de una lesión. Perdidos Raúl Albiol o Zouma, en las últimas semanas la opción de Jeison ha ido ganando enteros hasta el punto de que actualmente es el zaguero diestro por el que negocia y pelea el Valencia.

El internacional cafetero de 25 años, rápido, poderoso en los aires, pese a no ser una ´torre´, y muy contundente, gusta tanto a la dirección deportiva como a Marcelino. Además, el salario de Murillo -alrededor de 1,5 millones netos- encaja en los parámetros en los que puede moverse un Valencia con poco margen de maniobra en los márgenes del Financial Fair Play (FFP). El mercado, incluso, el hecho de que jugadores como Cancelo y Garay estén en la agenda del Inter, han puesto a un central muy interesante como Murillo a tiro. El Valencia ha atacado para traerlo a Mestalla e intenta cerrar en estos momentos la operación con el club nerazzurro.

La necesidad apremia y el Valencia sabe que no puede tensar mucho más la cuerda, a tres semanas para el comienzo de la Liga, rastreando nuevas alternativas. Marcelino considera a Murillo una buena oportunidad y hasta ha colaborado en la tarea de convencer al central. Según se publica en Italia, el colombiano ha dejado atrás otros intereses de Inglaterra y la Liga por el Valencia. Jeison está dispuesto a venir a Mestalla, ha dado el sí y ahora lo que resta es alcanzar un acuerdo entre clubes. Cuestionado por si pueden entrar otros jugadores en la operación con el Inter -Cancelo, Garay o Abdennour y el interista Kondogbia-, en el Valencia no se niega este extremo y sólo apunta que hay diferentes vías abiertas entre españoles e italianos.

La operación Murillo podría retrasarse unos días, ya que el Inter se encuentra poniendo fin a la gira asiática, precisamente en Singapur, donde este sábado ha jugado ante el Chelsea, y los dirigentes que se hallan en Milán han estado cerrando el fichaje del centrocampista Matías Vecino, un competir que empuja a salir a Kondogbia. La versión que emana del Inter es que no quieren vender a un central que quiere salir en busca de un equipo en el que asentarse como titular y no perder plaza con Colombia en el Mundial de Rusia 2018. Ese sitio es el Valencia. El Inter ha rechazado una primera oferta con Abdennour por el medio, pero existen posibilidades de éxito para que Murillo llegue Mestalla cedido con opción de compra obligada.

Por otro lado, el Oporto pide ocho millones por Marcano, al que le seduce volver a España al lado de Marcelino en el Valencia. Es una opción complicada, pero acaba en junio de 2018 y la fuerza del jugador puede favorecer para que los portugueses aflojen sus demandas dentro de unas semanas.