Su vida cambió el verano pasado horas antes de coger un vuelo de Madrid a Nueva York con su novia. El sangrado de una muela le avisó. Sufría una aplasia medular de la que ha salido adelante con fuerza mental y el apoyo de su familia, sus amigos y su novia. Al principio dudó de todo, pero se aferró al sueño de volver a sentirse futbolista. Lo ha conseguido. El Valencia le ha ampliado un año el contrato para que empiece de cero desde el Mestalla. Ya sueña con el regreso:

Es la pregunta que nos hemos hecho todos. ¿Cómo está Salva Ruiz?

¡Muy bien! Ahora disfrutando de las vacaciones, pero con muchas ganas de empezar a trabajar ya. Estoy prepándome hace ya casi un mes por mi cuenta y la verdad es que tengo muchas ganas de empezar esta temporada que va a ser muy importante para mí.

A ganas no le va a ganar nadie.

Muchas sí. Empecé a trabajar en la ciudad deportiva con Jordi Sorlí y ahora estoy trabajando con un preparador físico. Tengo muchas ganas de empezar ya.

El lunes por fin es el día del regreso a los entrenamientos.

Sí, por fin. El 17 de julio. Ya es un año sin sentirme futbolista. Sin entrenar con los compañeros porque solo hice un par de entrenamientos con el primer equipo, pero bueno... Lo que tengo es ganas de volver a vestirme la camiseta.

¿Cuántas veces ha pensado en ese momento de volver a jugar?

Muchas. Para mí va a ser especial. Va a ser casi como cuando empecé a jugar de pequeño o cuando debuté con el primer equipo. Llevo mucho tiempo sin jugar, ya un año, y para mí volver a jugar va a ser como un reedebut. El año pasado tuve un par de entrenamientos, pero de lo que tengo ganas es de jugar un partido y por supuesto con la camiseta del Valencia.

Formará parte de la plantilla del Mestalla. ¿Era la mejor opción después de tanto tiempo sin jugar?

Sí, sí. He renovado con ficha de filial y ahora lo que quiero es ayudar al Mestalla esta temporada y al mismo tiempo ir cogiendo confianza y minutos.

¿Agradecido al club?

Mucho. Estoy muy agradecido de que me hayan renovado. Acababa contrato este verano y la verdad es que el club me ha apoyado mucho durante todo este tiempo. Me he sentido apoyado por los doctores y toda la gente del club que me ha ayudado.

¿Como quién?

Todo el cuerpo médico ha estado muy pendiente de mí y ha seguido mi evolución en todo momento. Además, me transmitieron que la presidenta Layhoon preguntaba mucho por mí. Lo hizo bastantes veces. Me he sentido muy apoyado.

¿Cuáles son sus objetivos esta temporada? Decía antes que ir cogiendo confianza y minutos.

Lo único que pienso ahora es en acumular minutos, coger confianza y jugar, empezar a jugar. Con jugar ya estaría contento. Luego ya se verá lo que pasa, pero ahora tengo que ir poco a poco.

Es increíble cómo puede cambiar la vida en un día...

Pues sí, ya me había conseguido hacer un hueco en Primera División. Había conseguido meter la cabeza en un equipo como el Granada, jugué partidos, venía con muchas ganas de hacer la pretemporada con el Valencia, pero mira, de un día para otro todo cambia. En un día pasas de saber que vas a hacer la pretemporada a no poder jugar a fútbol. Y no solo eso. Porque al final eso es lo de menos. Lo peor es que sientes dudas sobre tu salud y eso es un momento difícil de asimilar, pero bueno, con esfuerzo se ha visto que lo he podido superar.

Siempre se dice que la fuerza mental de cada uno, esas ganas de esforzarse, son muy importantes.

Sí, es verdad. Tienes que ser fuerte de cabeza, pero también es muy importante tener el apoyo de los que te rodean para salir adelante. Yo gracias a Dios he tenido las dos cosas y he podido salir adelante.

¿En quién se ha apoyado?

He tenido la suerte de tener apoyo de mucha gente. Muchos han estado ahí arropándome. Mi familia, mis amigos cercanos y mi novia han estado muy cerca, se lo agradezco a todos. También a la doctora que me está tratando que se llama Anabel. Se ha portado muy bien conmigo, siempre se lo agradeceré.

¿Cuándo se da cuenta que algo en tu cuerpo no va bien?

Todo empezó el verano del año pasado. En junio empecé a encontrarme un poco mal. Tuve un par de infecciones, pero todo surge a raíz de que me quitaran una muela. Estuve unas semanas de sangrado de la muela. No paraba de sangrarme, pero seguí haciendo vida normal. De hecho, me iba a ir de viaje a Nueva York con la novia. Ya estaba en Madrid para coger el vuelo, pero ese día la sangre empezó a ser abundante, así que me fui al hospital a Madrid directamente. Allí me quedé ingresado unos días y fue la primera vez que me dijeron que algo no iba bien. Me dijeron que las plaquetas y los glóbulos rojos no estaban como tocaba. Me hicieron unos estudios y fueron descartando cosas. Hasta que llegué a València, seguí con las pruebas y ya me confirmaron lo que era.

¿Qué pasaba?

Se llama aplasia medular. No tengo células malignas, pero la medula deja de producir células encargadas de producir la sangre en la médula. Hay veces que es por algún motivo y otras en las que no se sabe el motivo. En mi caso no han encontrado el motivo.

¿Qué pasa por la cabeza en ese momento, Salva?

En un principio te entran dudas y te asustas. Cuando ya encontraron lo que era y me lo explicaron tienes un poco más de esperanzas porque me dijeron que en la mayoría de los casos se saca adelante.

Qué duro.

Al principio sí. Recuerdo que en los primeros días por la medicación que llevaba en ese momento no me podía dar el sol. Tampoco podía bañarme porque llevaba un catéter. Al ser verano lo pasé un poco mal. Además, me notaba muy cansado porque tenía todos los niveles súper bajos. Me alquilé un chalet en San Antonio de Benagéber para estar despejado un par de meses.

Y funcionó.

Me vino bien. Me ayudó mucho. Allí venían los amigos y la familia. Luego ya empecé la Universidad y me ayudó también. Aunque lo que más me animó fue volver a Paterna y volver a recuperar mi día a día haciendo ejercicios y trabajando que es lo que me gusta.

Así que aprovechó esos meses para estudiar... Me quito el sombrero.

Sí, he aprovechado este año para estudiar y sacarme más asignaturas. Llevó ya más de un curso y medio en INEF y estoy muy contento. En los últimos años me había costado un poco más porque no es fácil compaginarlo cuando estás jugando al fútbol. Yo ahora mismo mi prioridad es el fútbol, pero también sé que es importante formarme y además me distraigo.

¿Y durante todo este año seguía pensando en fútbol o decidió desconectar por completo?

Al principio cuando estaba en el chalet, hasta noviembre o diciembre, no veía mucho fútbol. Bueno, el Valencia sí lo veía, pero lo demás me costaba. Prefería otros deportes. Luego cuando empecé la rutina normal, empecé a ver más. A mí siempre me ha gustado ver fútbol y me volví a enganchar a la televisión.

¿Y en algún momento Salva llega a pensar que va ser muy difícil volver a estar ahí?

No. Los primeros días tienes dudas, pero cuando te explican todo, desde entonces empiezas a pensar que vas a volver a donde estabas.

Tenía puesta ya su cuenta atrás entonces para volver a jugar...

¡Sí, sí, la verdad que sí! (Ríe)

¿Cómo le ha cambiado la vida? ¿Se ve todo de otra forma ahora?

Sí... (Hace un pausa). Te pasan cosas y piensas que todo te pasa a ti y que estás en un momento muy malo, pero he conocido gente que está mucho peor que tú y eso también tienes que valorarlo. Estas en un momento malo, pero no es tan malo como podría ser realmente. Eso he aprendido a valorarlo.

Conoció a mucha gente en el hospital, imagino.

Estaba en una planta de gente que estaba muy mal y la verdad es que ves cosas que te duelen. Allí había gente que estaba muy mal. Lo puedes ver en la televisión, lo puedes leer en los periódico, pero cuando lo ves en persona la das la importancia que tiene y el mérito que tiene la gente que está luchando por su vida. Lo valoro mucho.

Eso sí que es luchar...

Sí, solo pensaba en mi salud y en luchar por recuperar mi salud.

¿Qué le ha enseñado este año a nivel personal?

A valorar otras cosas de la vida. A valorar sobre todo a las personas que te rodean.

¿Cuál es el mejor consejo que le han dado estos meses?

Casi todo el mundo me decía que ahora tenía que centrarme en curarme y que luego ya veríamos lo que pasaba... Tenían razón.

¿Podía hacer algo de deporte?

Ya me hubiera gustado jugar alguna pachanga al fútbol con los amigos, pero no podía hacer deportes de contacto. Sí que jugaba al pádel, por ejemplo.

Ahora ya ha llegado el momento de volver a vestirse de corto.

Sí, sí y tengo muchas ganas.

­

Ya sabrá que el entrenador va va ser nada menos que Lubo Penev...

Sí, seguro que viene con muchas ganas y nos contagia el carácter ganador que tenía como futbolista. Yo no lo vi jugar, pero por lo que me ha contado mi padre era un espectáculo.

¿A quién le dedicará el gol?

Ni me he parado a pensarlo. Lo único que he pensado desde el primer día era volver a jugar como fuera. Espero en pretemporada quitarme los nervios que tengo.

¿Está viendo amistosos?

Sí, todavía es pronto, pero se empiezan a ver cosas de lo que quiere Marcelino y eso es importante. Vi en los primeros amistosos a un Valencia mejor posicionado y con las ideas más claras.

Debutó un canterano que va a ser compañero suyo en el Mestalla: Álex Centelles. Otro lateral izquierdo. La fábrica no para.

No para, no. Cada año sale un lateral izquierdo y eso es muy bueno para el Valencia. ¡Antes cuando venía uno se iba el otro, ahora ya antes de que se vaya ha llegado el otro! (Ríe) Gayà, Lato... Aunque yo pienso en jugar, no en la competencia.

Gayà nos consta que más que compañero es un amigo.

Lo conocí en alevines cuando tenía once años, hemos pasado toda la vida juntos y ha estado a mi lado. Rober, Jaume... Los conozco desde hace tiempo y se han preocupado.