El Valencia CF está dispuesto a competir hasta rozar sus límites este domingo por la noche en el Santiago Bernabéu. Para tal objetivo, la condición física se presenta como un factor fundamental. Durante la pretemporada el trabajo físico a las órdenes del preparador Ismael Fernández está siendo uno de los puntos clave sobre los que gira la construcción del nuevo ValenciaValencia. A lo largo de los años los equipos de Marcelino García Toral han destacado por su capacidad para empezar como 'aviones' la temporada. Este curso, además, los blanquinegros necesitan un comienzo a tope tras dos campañas deambulando por mitad de la tabla, lejos de metas europeas, y con un primer tercio de Liga en el que se acumularán etapas muy complicadas: Real Madrid, Atlético, el derbi frente al Levante, Málaga, Real Sociedad, Athletic Club, Betis, Sevilla, etc.

Este miércoles el conjunto blanquinegro completó una sesión tan extensa como exigente bajo el intenso calor de agosto en Paterna. El entrenamiento se prolongó más de horas y, más tarde, uno de los integrantes del cuerpo técnico de Marcelino reconocía sinceramente que había sido «bastante fuerte». A las nueve y media de la mañana el Valencia ya estaba ejercitándose en los campos de la Ciudad Deportiva, divido en dos grupos con las únicas ausencias por lesión de Luís Nani y Ezequiel GarayLuís NaniEzequiel Garay. En el menú del día: ejercicios tácticos bajo la batuta del técnico, carrera y un circuito físico junto a Ismael Fernández y, por último, unos minutos extra en el interior del gimnasio cuando el entrenamiento ya había rebasado los 120 minutos de duración. Una paliza en toda regla.

El aspecto físico es uno de los pilares más importantes en el fútbol moderno y de un modo especial en el estilo que impregna Marcelino. El asturiano busca un bloque compacto, solidario en los esfuerzos, intenso en la presión y con la fortaleza suficiente para correr metros y metros al contragolpe como galgos y, así, poder dañar las estructuras defensivas rivales. Por esta razón la exigencia del preparador físico está más que justificada. En el Santiago Bernabéu -si cabe, más que frente a cualquier otro adversario por el estado de forma de los blancos- el Valencia tratará de equiparar las fuerzas desde el sacrificio y una capacidad atlética durante 90 minutos para la que hay que estar varias semanas preparándose. De ahí, el sentido que tiene que estos días Marcelino y los suyos no olviden la necesidad de seguir potenciando las virtudes físicas.

La intensidad es un factor innegociable, incluso, en los ejercicios tácticos con balón. El equipo trabajó situaciones de contragolpe y ataques rápidos tanto desde un punto de vista ofensivo como también defensivo, ya que el Madrid es uno de los equipos más peligrosos que existen con metros por delante para atacar. Aún así, los blancos han mejorado el juego de posesión y uno de los momentos que el Valencia desea aprovechar es el del robo en mediocampo y la habilidad de Parejo y Carlos Soler -incluso, del nuevo Geoffrey Kondogbia- para lanzar ataques veloces y verticales.

Precisamente, uno de los factores que está agrando en los últimos días al cuerpo técnico es la energía con la que tanto Jeison Murillo como el mediocentro francés se han unido al trabajo con el equipo. La intensidad defensiva del colombiano, que probó en alguno de los ejercicios junto a Vezo, Montoya y Gayà, está sorprendiendo muy positivamente a los compañeros. Murillo salió al césped dialogando con el entrenador antes de entrar al gimnasio. La duda de Garay aumenta las opciones del ‘cafetero’ de debutar con el Valencia en Madrid. Si el argentino no llega a tiempo, Murillo y Javi Jiménez son las alternativas para el entrenador.

Gabriel Paulista, por su parte, no estará todavía en Madrid, como él dijo en su presentación, ya que sigue un plan para estar al 100% en la tercera jornada contra el Atlético el 9 de septiembre. Este miércoles el central brasileño comenzó la sesión con el grupo, pero se retiró para continuar solo en el gimnasio.