Marcelino sabe cómo desquiciar al Real Madrid. Sus números en el Bernabéu no sirven para catalogar al asturiano de bestia negra, pero sí son suficientes para pensar que el combo con el Valencia CF puede resultar peligrosa -por competitiva- para el equipo de Zidane. Pensador práctico, el míster asturiano tiene un guión claro en el que mezcla organización y atrevimiento. No va a salir a pecho descubierto y tampoco va a plantear un cerrojazo. "Si el rival tiene un cañón y nosotros una escopeta, hay que pensar en romper el cañón". Esas fueron sus palabras antes de su primera visita -histórica- al coliseo blanco con el Recreativo.

El resultado fue 0-3 con goles de Sinama, Ikechukwu Uche y Viqueira. El equipo de Fabio Capello, futuro campeón de Liga, no encontró la forma para contrarrestar la presión inteligente, la velocidad y la estructura defensiva del bloque de Marcelino. Los actores y el contexto serán diferentes el próximo domingo, pero algunas premisas serán coincidentes. La marca Marcelino se siente. Despliegue rápido, intensidad, velocidad en ataque, precisión, control de las pérdidas, ayudas defensivas, mucho trabajo sin balón... el equipo está por encima de los nombres.

El Bernabéu y el Real Madridexigen un plus en todos los ámbitos: más humildad, más sacrificio, más concentración, más velocidad, más ritmo, más resistencia y más explosividad. Más allá del marcador, Marcelino siempre lleva al límite a sus rivales. En la temporada 2014/15, con el Villarreal, arrancó un empate en Madrid con el que descabalgó al grupo de Carlo Ancelotti de la lucha por el título con el Real Madrid.

Pese a contar con bajas importantes, los amarillos supieron resistir y golpear. Sergio Asenjo hizo un partido tremendo en la portería y después acompañaron todos. Gerard Moreno firmó el gol del 1-1 final, pero Mario Gaspar, Jaume Costa, el joven Sergio Marcos, Vietto o Trigueros (que salieron en la segunda parte) funcionaron de maravilla. El papel de los hombres de banquillo también será fundamental para hacer el partido largo y más ante un adversario capaz de mejorar y cambiar de forma como el Real Madrid, que puede empezar con Bale-Benzema y terminar atacando con Marco Asensio-Lucas Vázquez.

Para competir en el Bernabéu hay que dominar todos los aspectos. La presión por oleadas -robar y salir rápido- sobre determinados jugadores y zonas concretas también formará parte de la pizarra: cerrar al centro del campo -con Casemiro como punto de calor- y frenar a los laterales blancos será vital. Isco tampoco puede activar el juego entre líneas. La sala de máquinas del Valencia tiene una prueba de altísimo nivel. Una de las más exigentes que puede afrontar ahora mismo y más cuando todavía quedan por cocinar mecanismos e incorporar elementos fundamentales.

Explotar el factor sorpresa

El Valencia se presentará en el Bernabéu en un ambiente propicio entre bajas (Ramos y Cristiano)Ramos Cristiano, premios y sorteos. El factor sorpresa favorece al grupo de Marcelino. El Valencia siempre ha competido en el Bernabéu en los últimos años y las ideas están todavía más claras con el míster asturiano. Hace once años, el Recreativo se marcó un 0-3 cuando pocos lo esperaban. El Madrid de Capello estaba advertido: Marcelino era el entrenador de moda y sus jugadores estaban causando sensación. Ahora ha multiplicado su experiencia y acude como entrenador de un gigante. El domingo, Rodrigo, Zaza, Parejo, Gayà o Soler pueden ser los Uche, Sinama, Viqueira, Poli o Santi Cazarola del Recre de Marcelino. El plan ya ha empezado a tomar forma en la Ciudad Deportiva de Paterna.