Geoffrey Kondogbia superó las expectativas en su estreno y trituró algunas dudas. Con únicamente cinco entrenamientos y recién llegado al equipo, el francés entró en la estructura del Valencia CF como un avión. De hecho, ofreció el salto de calidad -físico y técnico- que necesitaba la sala de máquinas. Mezcló de maravilla con Dani Parejo y aportó recorrido, intimidación, fuerza aérea y un golazo. Fue el debut casi soñado...casi, porque la noche perfecta para Kondogbia hubiera sido sumar los tres puntos en el Santiago Bernabéu.

En sus primeros noventa minutos mostró un poco de lo que puede aportar y empezó a justificar la apuesta de Marcelino. El míster asturiano ha tenido la posibilidad de firmar otro tipo de mediocentro y por su mesa han pasado muchos nombres, pero desde que surgió la opción de traer ha Kondogbia lo tuvo claro. La postura es idéntica en la parte del futbolista. Geoffrey ha tenido posibilidades importantes y por mucho más dinero, pero nunca ha tenido dudas; su compromiso por el proyecto y sus ganas de triunfar en el Valencia han marcado la diferencia. Por categoría, consenso, plan deportivo, estrategia de mercado y mentalidad, el fichaje del galo es un modelo de operación. Kondogbia era la primera opción para Marcelino y el Valencia era la primera opción para Kondogbia.

El tiempo y la perspectiva darán valor a lo sucedido este verano. Sobre el Inter de Milán actuó una tormenta perfecta. Desde finales de junio hasta su llegada hace una semana, todas las partes han trabajado -con éxito- en una dirección única y con un mismo objetivo, sin fisuras, con la paciencia justa y una coordinación inmejorable entre Mateu Alemany, Marcelino, el jugador y sus agentes. En la cabeza de los dirigentes y los responsables deportivos nerazzurri no entraba que Geoffrey quisiera cambiar el Meazza por Mestalla. El fichaje era difícil y complejo, más todavía con margen de maniobra cero en el apartado económico. El Valencia ha conseguido un centrocampista de primer orden y lo ha sacado de un club gigante, respaldado además por un grupo tremendo como Suning. Es como haber conquistado el favor de un centrocampista del Atlético...cedido con una opción de compra no obligatoria de 25 millones.

Unidos ante el Inter

Marcelino ha marcado la diferencia, aunque el jugador ya tenía el Valencia en la cabeza desde el pasado mes de noviembre. La dirección deportiva -que ahora representa Alexanko y en la que ya trabajaba Vicente- también había recopilado informes positivos. García Pitarch empezó a picar piedra por Kondogbia con la mente puesta en el invierno pasado, precisamente cuando Marcelino estuvo a un paso de entrenar al Inter. El cambio de entrenador, Stefano Pioli por Frank de Boer, lo frenó todo. El técnico holandés le faltó al respeto y le criticó públicamente. Además, se quedó fuera de la lista para la Europa League. Fue entonces cuando decidió que tocaba cambiar, tocaba limpiarse mentalmente y volver a empezar en un escenario donde sentirse querido e importante de verdad.

En la negociación Inter-Kondogbia-Valencia hubo momentos tremendos y realmente duros. Con Jeison Murillo de por medio, la destreza de Mateu Alemany en la negociación fue fundamental; tanto como la ´carta´ Joao Cancelo para desbloquear la salida de los dos futbolistas. Peter Lim dio el OK. Otra de las figuras fundamentales fue Daniel Pérez, representante de Kondogbia, canalizador y pegamento en las piezas del puzle. Nacido en Castelló y conocedor de la magnitud del Valencia, el agente explicó a ´Kondo´ el impacto que tiene triunfar en Mestalla. Consciente de las barreras económicas, la parte del centrocampista siempre ha dado preferencia total al mejor contexto deportivo. Con 24 años, el Valencia está fijado como escenario perfecto para dar un salto que promete ser clave en su carrera.

Mauricio Pellegrino le llamó para el Southampton y en el último momento aparecieron dos clubes de Londres con ofertas muy potentes, con los 25 millones de euros que pedía el Inter, empeñado en recuperar parte de la inversión (36 millones) realizada para sacarlo del Mónaco en el verano de 2015. No cambió nada cuando todo se podía haber roto. El Inter estaba cerrado en banda con el Valencia, pero Kondogbia fue claro. Luciano Spalletti estaba empeñado en quedárselo consciente de su potencial, de su capacidad para desplegarse y cambiar de ritmo. Si no se hubiese declarado en rebeldía no estaría aquí. Tuvo que forzar hasta el límite. En los días que estuvo trabajando en solitario, Spalletti entrenó y comió con él en La Pinetina -en plan padre- para convencerlo. El entrenador italiano le prometió un rol importante dentro de un equipo diseñado para luchar por todo en el Calcio. No había retorno.

Sentirse importante y querido

Kondogbia ya se había decidido. El plan de Marcelino encaja con su forma de ver el fútbol y con sus cualidades. En el Bernabéu quedó claro. En LaLiga y en el Valencia tiene el contexto para recuperar su mejor versión. El míster asturiano tiene claro cómo explotar al francés y está seguro de que va a conquistar una versión superior, también de que puede mejorar el colectivo y complementar hombres básicos como Parejo. Su mentalidad, su forma de trabajar y su entrega al colectivo son fundamentales. Marcelino se informó para conocer a fondo a Geoffrey y habló directamente con Monchi, actual director deportivo de la Roma, que lo fichó para el Sevilla en 2012 procedente del Lens para tener una perspectiva total.

Kondogbia estuvo en todas partes ante el Madrid

, liquidó a Isco y fue clave para robar y salir. Guardó el balón, eliminó rivales e intimidó. Terminó fundido...no estaba perdiendo el tiempo en la recta final. El francés desquició al Bernabéu, que le pitó y reclamó la tarjeta constantemente. Lo mismo sucedía con valencianistas odiados y admirados como Albelda o Ayala. Buena señal. ´Kondo´ ha acumulado elogios, pero trabaja con los pies en el suelo consciente de que cuando lleguen los malos partidos lloverán palos. Está fuerte, pero viene de sufrir mucho. El debut es sólo un paso. Ahora tiene que mantener el nivel y aumentarlo.