El Valencia CF está cerca de concretar la incorporación de un central muy completo para añadir consistencia a la zaga. De Jeison Murillo, o Muri, como lo conocen aquellos que lo atan en corto en el día a día, el primer aspecto que se destaca es que «si está concentrado» su llegada supondrá «un salto cualitativo». Premisa de obligado cumplimiento. A sus 25 años el colombiano ha demostrado ser uno de los defensas con mayor potencial de Sudamérica pero para alcanzar cotas altas de rendimiento es fundamental que esté metido. Sus cualidades están fuera de toda duda. «No es tan fino como Garay pero tiene buena salida de balón, es más ágil que el argentino y de cabeza va espectacular, es un martillo. Quizá ese sea su punto fuerte», relata para SUPER uno de los jugadores que ha compartido vestuario con él y que ha vivido de cerca su progresión en las últimas temporadas, «es contundente y rápido, algo muy importante en un central, y otra de sus mejores virtudes es la agresividad. Es un central duro y cuando está en el campo es un líder, siempre está dirigiendo la defensa. Va rápido al corte y hace bien las coberturas. Es un animal, lo demuestra en los entrenamientos y en los partidos».

Las referencias son positivas y todo apunta a que en un sistema defensivo sólido y trabajado, como parece que será el del Valencia de Marcelino -un técnico capaz de sacudir la inseguridad de los dos años anteriores en una pretemporada en la que han lucido jugadores como Javi Jiménez o Vezo- su rendimiento repuntaría tras su experiencia en el Inter de Milán. Murillo llegó al Giuseppe Meazza en 2015 previo pago de 8 millones de euros, con estátus internacional y bajo la expectativa de que los italianos fichaban al heredero natural de Iván Córdoba -con lo que supuso este en el Inter-, un jugador que precisamente ha sido siempre el ídolo de Murillo pese a que siempre se le ha comparado con Yépes. Allí ha acabado mostrando una cara ´B´ que lo ha deslizado casi como tercer central, cuando había llegado allí como apuesta muy fuerte. ¿Por qué? Si no está metido, Murillo baja enteros. Necesita confianza y el jugador detecta que Mestalla puede ser un contexto idóneo para relanzar su carrera.

En Italia ha hecho partidos de central muy importante y en otros ha sido una calamidad. La inestabilidad defensiva del Inter, un equipo por el que han pasado tres entreandores en el último año, le ha afectado tanto a él como a Miranda. En dos temporadas ha jugado 34 y 32 partidos respectivamente pero las cosas han cambiado para él en los últimos seis meses, un espacio donde los técnicos encontraron en Medel una solución de emergencia, siendo titular únicamente en 13 de los 22 partidos que jugó su equipo, lo que le ha hecho caerse de la selección. Pékerman, sin embargo, lo tiene en cuenta para el Mundial de Rusia -ese es uno de los factores clave para que el jugador se haya decidido a salir, más tras la llegada de Skriniar, otro central- y a finales de agosto hay convocatoria para enfrentarse ante Venezuela y Brasil.

Su papel en el Inter

Si uno mira a la estadística, el futbolista destaca en el apartado de balones recuperados con un total de 262, unos 9,70 por partido en la Serie A esta temporada. En cuanto a duelos aéreos es el mejor jugador del Inter, con 2,4 por partido y por delante de otro especialista como Miranda. En entradas es el sexto más efectivo con 2,3, mientras que el primero es Kondogbia con 2,6. Su acrobático gol en Coppa ante el Bolonia le valió el reconocimiento al mejor gol del año en Italia, un tijeretazo en un córner que da buena muestra de su agilidad, su elasticidad o su potencia. Llegó al Udinese tras un Mundial Sub-17 y pasó por el Cádiz en Segunda B, Las Palmas en Segunda y Granada en Primera. Después del Inter, ahora le espera el Valencia CF.

Así juega Jeison Murillo

Así juega Jeison Murillo