La confianza de Marcelino ha transformado a Parejo. El cambio ha servido para recuperar el mejor rendimiento del cosladeño. Al menos, una muy próxima. El ‘10’ confirmó en el Derbi que es el todocampista del equipo: crea, conduce, lanza y llega. Además, trabaja en defensa. Parejo fue la pausa y la aceleración. Por momentos, el Levante únicamente pudo frenarle a base de faltas (siete, número uno en el partido). Guarda el balón, gira y sale. Como proclama Marcelino, la selección no queda tan lejos si mantiene este nivel. Sus prestaciones en el Ciutat recordaron a su versión más radical, aquella que exhibió con Juan Antonio Pizzi durante la segunda parte de la temporada 2013/14. Aquel Valencia también se estructuraba a partir de un 4-4-2 y como compañero en la sala de máquinas contaba con un jugador capaz de ofrecer músculo, recuperación, llegada al área adversaria y salida en conducción: Seydou Keita. Geoffrey Kondogbia es otro tipo de centrocampista, pero los puntos comunes con Seydou también están ayudando a Parejo de manera determinante.

El contexto marca la diferencia. Un futbolista desconectado y tibio puede tornarse en sinónimo de compromiso y calor. El brazalete ya no le pesa. De hecho, está creciendo. Su entendimiento con Kondogbia es sorprendente. Parece que lleven toda la vida actuando en pareja. Ahora falta ver cómo lo gestiona Marcelino a toda una temporada. En el Derbi, pese al marco de juego directo -con un punto ‘brit’- impuesto por el técnico asturiano, Parejo y también Kondogbia terminaron imponiendo sus cualidades. Cuando la dupla se atrevió a adentrarse en el centro del campo del Levante (durante una fase muy larga de partido concedió cero espacios, orden que potenció la salida en largo del Valencia), lo partieron en dos. Kondogbia protagonizó una última arrancada desde área propia tremenda. Es un acelerador de la jugada magnífico y lanzar -en corto y en largo- al equipo. Parejo estuvo en las 87 intervenciones. Cifra que subraya su influencia y su dominio. Málaga es el próximo examen. Después toca la Real de Zuru e Illarra.