Simone Zaza cuenta en una entrevista a 'VCF Ràdio' cuál es la fórmula del éxito en este nuevo Valencia de Marcelino. La "unión" es la clave de un equipo invicto que todavía no ha encajado ningún gol como local. El goleador se siente feliz por su primer 'hat-trick' frente al Málaga gracias a "tres goles de rabia". El delantero, además, explica la polémica que generaron su enfado y reacciones a la suplencia en el campo del Levante.

"Fueron tres goles de rabia por cosas que, para mí, no son importantes. Al final ves que algunos crean una polémica que no debe haber, te enfadas y pones nervioso, pero yo no tenía nada que reivindicar. Estoy feliz por el 'hat-trick' y porque pude hacerlo enfrente de la Curva Nord", comentó. El italiano de 26 años insiste en que no estaba enfadado con nadie. "Esta enfada conmigo mismo. El único momento fue ese porque no jugué contra el Levante, es normal que uno se enfade si no juega. Las cosas se arreglaron en dos minutos hablando con el entrenador. No tenemos nada en contra. Somos un equipo, estamos jugando bien y quiero dejar las polémicas", añadió.

El goleador de Policoro se queda con el segundo de los tres goles por "ser de cabeza". Sobre el tercero, lo que más le gusta es la celebración con Santi Mina, compañero en el ataque. "Soy delantero como él, como Rodrigo. Nos jugamos un puesto, pero eso no influye en nuestra relación. La competencia en el equipo es sana, debe existir rivalidad por un sitio en el once, pero nada más. Las relaciones en el grupo son muy buenas y, si seguimos así, esta será nuestra fuerza... estar todos juntos, sin escuchar lo que está fuera, siguiendo adelante como un caballo con las orejas tapadas", apuntó Zaza.

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Simone incide en la unión del grupo como la virtud principal de un Valencia que ofrece una imagen distinta a la del pasado. "Este año somos un vestuario muy bueno. Todos estamos juntos. No tenemos grupos, vamos todos a una. Esta es nuestra fuerza, hay que seguir de esta manera", insitió. Además, el '9' no tiene reparos en admitir que es muy distinto a la temporada anterior y el cambio se ha dado de la mano de Marcelino.

"Se nota en el campo. La actitud del equipo ha cambiado totalmente y con la llegada de Marcelino y su cuerpo técnico tenemos más reglas. Las normas nos ayudan, la disciplina es algo normal. No podemos decir que Marcelino es un dictador, no es así, es una buena persona que tiene que cuidar al equipo", argumenta el ex de la Juventus.

Entre las normas que ha implantado el cuerpo técnico se encuentra la del estricto control en la alimentación y el peso de cada jugador, los que, incluso, pueden ser multados si sobrepasan los pesos fijados como adecuados. Como buen italiano, Zaza bromea sobre la pasra integral que deben comer en los menús del equipo. "No puedo decir nada de eso, si mi abuela sabe esto, me mata", concluye con una sonrisa.