Marcelino García y su cuerpo técnico han establecido un férreo control de la dieta y del peso desde su llegada al Valencia CF, una medida que en un principio se hizo dura para los futbolistas por el choque con todo lo que habían vivido anteriormente, pero que con el paso de las semanas se ha convertido en una de las claves del buen rendimiento del equipo.

Los jugadores no solo desayunan todos los días en la ciudad deportiva antes de salir a entrenar, muchos días comen también allí e incluso se llevan la comida o la cena a casa en unos ´tuppers´, para que en la medida de lo posible puedan seguir de manera estricta las pautas del cuerpo técnico y el nutricionista.

La plantilla se ha adaptado perfectamente a esta situación y son muchos jugadores que incluso piden llevarse la comida, los batidos que les preparan como complemento a la dieta y hasta recetas que les da el cocinero para que se las preparen ellos. Todo cuenta y se traduce en un rendimiento más alto en los partidos.