Un encuentro en horario ‘prime-time’. La revancha de la final de la última edición del COTIF (1-3), aunque luego también se vieron las caras en pretemporada en el Torneo Internacional de Madrid (1-1). La oportunidad de ratificar las buenas sensaciones del primer triunfo en Paterna ante el SC Huelva (1-0) con un golpe de autoridad ante las actuales campeonas. Y un día especial para Marta Carro. Jesús Oliva recupera dos jugadoras muy importantes: Mari Paz y Lombi. La entrada será gratuita en el Puchades, hasta completar aforo.

Será la primera vez que la gaditana se mida al equipo de toda su vida, a un Atlético donde estuvo nueve temporadas, disfrutó de la Champions y se marchó tras conquistar la Copa de la Reina en 2016, aunque aterrizó meses después al Valencia tras ascender con el Madrid CFF. «Pasé nueve años en el Atlético y es especial enfrentarte contra las que fueron tus compañeras, contra gente con la que has estado viviendo y creciendo mucho tiempo. Está claro que siempre se siente algo diferente. Será la primera vez que me enfrente a ellas en partido oficial desde que salí de allí», destaca una de las incorporaciones de prestigio del Valencia.

Aunque nació en Cádiz el día de Reyes, Marta se crió en Madrid porque sus padres trabajaban allí y el Atlético se puso en contacto con ella tras pasar por el Pozuelo y empezar en Boadilla. Lo más bonito, por lo que supone competir «por lo máximo», fue la participación continental, sobre todo la eliminatoria ante el Zorky en octubre de 2015 con el gol de su ahora compañera Débora en la prórroga, el 0-3 definitivo, para voltear el 0-2 en Majadahonda y acceder a octavos: «Aquella remontada nos la merecíamos. Cuando decides dedicarte al fútbol, uno de los objetivos es llegar a lo máximo y uno de esos es jugar la Champions», rememora.

Hoy Marta Carro se reencontrará con su pasado, con un equipo intratable (12 puntos de 12), pero que viene de caer en Europa: «Pude ver la segunda parte, de la primera me dijeron que aguantaron bastante bien. Hicieron un buen papel, plantaron cara a uno de los mejores equipos de Europa. Antes de salir a calentar las saludaré en la Ciudad Deportiva. Hay ganas de que ruede el balón para empezar a jugar».

Con el ‘5’ a la espalda (en el VCF lleva el ‘15’) era alumna, pero fuera del campo fue la maestra del Benjamín B del conjunto rojiblanco. «Eran de primer año, era la primera vez que conocían lo que era un entrenamiento, que les enseñaban unas reglas y al principio les costó mucho meter el primer gol. Cuando lo consiguieron, vinieron todas a abrazarme y yo no sabía nada. Justo al día siguiente marqué mi primer tanto de la temporada (al Oviedo Moderno), estaban en la grada como cada fin de semana y esa celebración tenía que ser para ellas», recuerda Carro. Ahora también compagina el balón con esta labor en los banquillos que le hace muy feliz: «Vivo en Burjassot y estoy llevando a un equipo de alevín de primer año en la escuela Los Silos. Me gusta mucho y en el momento que deje el fútbol, que espero que sea dentro de bastante tiempo, me encantaría ser entrenadora».

Marta Carro no esconde que tuvo «un poco de incertidumbre» cuando llegó al Valencia después de los seis meses de éxito en el Madrid CFF y media vida deportiva en el Atlético, pero todo está saliendo rodado y no se arrepiente de la decisión. La lesión de gravedad de Natalia Gaitán le ha reconvertido desde el principio a la zona de confort de la colombiana, como pivote defensivo. Marta es el motor que tira del carro del Valencia. «Al principio me costó un poco, aunque sea una de las posiciones más similares a la de central. Voy a jugar donde me necesite el entrenador y daré el máximo sea donde sea por ayudar. Es una demarcación que me gusta. Estoy muy contenta en el Valencia, es un proyecto muy bueno», argumenta una jugadora que seguro que con el paso del tiempo animará todavía más el cotarro pinchando música. Era DJ Carro en el vestuario colchonero. De alma reggaetonera. En el Verona aprendió italiano gracias a la música.