Marcelino tiene claro que los pequeños detalles marcan la diferencia. Geoffrey Kondogbia -apuesta personal del míster- es otro ejemplo más dentro de esa política troncal. El asturiano insistió en el fichaje del francés convencido de que sus condiciones son óptimas para su estilo y de que dentro de un contexto de alto rendimiento puede guiarlo hasta una nueva dimensión. Dentro de ese proceso, la adaptación de Kondogbia es uno de los asuntos que le ocupa. Marcelino se preocupa; consulta a su entorno y pregunta directamente. La respuesta, se repite: "Está muy bien... feliz". La realidad está superando las expectativas. Es una cuestión espiritual y futbolística.

Kondogbia llegó desde el Inter después de una pretemporada condicionada por su voluntad de cambiar el Inter de Milán por el Valencia. Era del agrado de Spalletti y participó en el ciclo de amistosos, pero su cabeza procesaba en blanquinegro. Eso pesa. Tuvo que forzar al límite y llegó a trabajar unos días en solitario antes de aterrizar en València... entrenó un par de días y debutó -con éxito- en el Bernabéu. Todo a la carrera, sin respiro. Kondo ha encajado perfecto, como si ya hubiese jugado cincuenta partidos con sus compañeros.

La realidad, sin embargo, es que necesitaba rodaje y tiempo. El marco ideal hubiera sido hacer toda la preparación a las órdenes de Marcelino, asimilar sus métodos durante el verano, automatizar su paso dentro del bloque y motorizar su regreso al fútbol español. El contexto cuenta. El Inter no es el Valencia y la Serie A no es LaLiga. Lo mismo sucede con la vida. Kondogbia necesitaba tiempo y lo ha ganado en los últimos quince días, donde ha puesto el foco exclusivamente en el entrenamiento, en acelerar su aclimatación y acomodar a su familia, una parte fundamental. Ya tiene casa. Está cómodo y ha cargado las pilas.

La expulsión en Anoeta fue frustrante, por muchos motivos. El equipo se quedó con diez, la sanción no le permitió participar ante un gran adversario como el Athletic y la segunda amarilla fue rigurosa. Camino del vestuario, el gesto de Marcelino con el centrocampista fue de aceptación. Kondogbia no pudo hacer más. Jaime Latre le amonestó por aclamación popular y por la presión txuri-urdin tras liquidar a Igor Zubeldia del partido unos minutos antes. Fue un partido de mucha exigencia, en el que Geoffrey tuvo que multiplicarse para corregir las pérdidas de balón y los errores ante una Real Sociedad que juntó en la medular a Oyarzabal, Xabi Prieto, Zurutuza e IllarraReal Sociedad.

Todo el mundo le ha transmitido calma y el jugador ha descodificado el momento en positivo. Ha pensado en verde... y blanco. Geoffrey tiene el foco puesto en el partido del Betis desde el triunfo ante la Real Sociedad. El parón por los partidos de las selecciones le ha concedido el plazo que necesitaba. Kondogbia reaparecerá en el Benito Villamarín 20 días después. Ha saltado una jornada (Athletic), pero ha cogido el fondo necesario. Vuelve a tope; está bien y siente que va a más.

Marcelino ya fue claro cuando destacó su concurso después de ganar al Málaga: todavía tiene margen de mejora y como -todo el equipo- irá a más, si se dan las condiciones. El cuerpo técnico ya ha empezado a preparar la cita del domingo en clave Betis. El encuentro ante el equipo de Quique Setién planteará un duelo tremendo desde todos los puntos de vista: técnico, táctico, físico... Dominar el centro del campo será fundamental y ahí tiene que ser básico Kondogbia. Después de este ciclo de adaptación y puesta a punto, el francés regresa dispuesto a agarrar el volante y acelerar.

Un refuerzo fundamental

El Valencia es mucho más consistente en las transiciones con Kondogbia, también en la presión y el ataque rápido. Como hará falta en el Villamarín. Los números insisten en esa influencia, tanto para contener como para crear y jugar. Con el francés, Marcelino podrá recuperar la estructura de su mejor centro del campo con Parejo y Kondogbia en la sala de máquinas más Soler y Guedes partiendo desde las bandas. Ante el Athletic, al centro del campo le faltó consistencia. No fue el Parejo de otros días. Soler puso todo el empeño... no fue un problema de uno u otro. Fue una cuestión colectiva que reforzó la importancia de Kondogbia dentro de la estructura del mejor ValenciaValencia.