Ahora en el banquillo del Real Betis, Quique Setién fue durante algunas semanas el favorito para convertirse en entrenador del Valencia CF. Fue después de que la presidenta Layhoon Chan ratificara a José Ramón Alexanko en el cargo de Director Deportivo, a principios del mes de marzo, y hasta que Mateu Alemany, nombrado Director General a finales de ese mismo mes, se asentó en el cargo y empezó a tomar decisiones importantes. Seguramente la más importante que debía tomar el club a partir de esas fechas era elegir y contratar al futuro entrenador, que iba a asumir el encargo de recuperar el espíritu competitivo de un equipo perdido en la clasificación durante las últimas dos temporadas, y él nunca creyó que esa apuesta fuera la buena.

Con todo, los dos nombres llegaron vivos a la cita de Singapur, donde Alemany y Alexanko se presentaron a primeros de mayo ante el máximo accionista. Mateu no tuvo demasiados problemas para tumbar allí la tesis del Director Deportivo e imponer el nombre de Marcelino García Toral, apoyado en conceptos como el estilo de juego, la exigencia y su experiencia fraguada en una dilatada trayectoria. Todo esto quedó al descubierto el pasado 12 de agosto, cuando el propio Mateu Alemany se atribuía al cien el fichaje del entrenador ante los aficionados en la Convención de Peñas celebrada en Alzira. «Había que encontrar el líder del proyecto. Con la elección del entrenador he acertado, volvería a elegirlo otra vez. Es el mejor que podíamos tener, estoy convencido», dijo entonces.Por historia

No se había disputado un solo partido oficial cuando Mateu pronunció esas palabras. Hoy, cuando no se ha cumplido todavía el primer cuarto de temporada, parece claro que efectivamente acertó. Más allá de los resultados, los dos están demostrando capacidad y haciendo buenas las apuestas del los clubes, son muchas las razones que avalan a Marcelino. Por encima de todas, un concepto, una exigencia y un estilo de fútbol más en la línea de aquellos proyectos que históricamente han funcionado en el Valencia CF: Ranieri, Cúper, Rafa Benítez… Mientras, a finales de abril, cuando todavía estaba su nombre sobre la mesa, Setién dejaba estas reflexiones en una entrevista para la agencia EFE: «Supongo que sabéis cómo es mi trabajo. Si no estáis de acuerdo con esto es mejor que contratéis a otro, porque yo no voy a cambiar. No voy a modificar lo que siento para hacer algo que no me gusta. Todo lo que hago lo he copiado y la mayor referencia ha sido Johan Cruyff».

Setién y su cuerpo técnico mantuvieron conversaciones con Alexanko durante al menos dos meses y el técnico cántabro esperó la llamada hasta el final, que nunca se produjo. Hablaron incluso de fichajes que podían llegar a Mestalla de la mano del técnico: Prince Boateng, Lemos o Vicente Gómez. Pero los protagonistas regresaron de esa cita en Singapur y apenas cinco días después el Valencia CF anunciaba el fichaje de Marcelino. A finales de mayo, Setién cerraba su acuerdo con el Betis.

Hoy, vista la escasa confianza que había en el criterio y el trabajo de Alexanko, es inimaginable que la decisión sobre la figura del entrenador hubiera sido otra. Con Marcelino, Alemany garantizaba al máximo accionista un consenso absoluto a la hora de planificar la plantilla, la limpieza que era obligado acometer y los fichajes. Con recursos muy limitados, los dos trabajaron a bloque y sin fisuras duesde el mes de mayo hasta el 1 de septiembre en ese nuevo Valencia CF, mientras el Director Deportivo dejaba de serlo tres semanas después.

El morbo está servido

Este domingo los dos técnicos se verán las caras en un buen momento pàra los dos. Setién, cuestionado por los aficionados durante la pretemporada, está haciendo volar al Betis, sexto en la tabla con 13 puntos, intratable por el momento en el Benito Villamarín y con una victoria de mucho prestigio en el Santiago Bernabéu, donde el Valencia de Marcelino estuvo también cerca de lograrlo. El asturiano le supera en dos puntos gracias a un detalle que no es banal y tiene mucho que ver en esta historia: su equipo encaja menos goles.