El partido de hoy está marcado en rojo. El Valencia se enfrenta a un Sevilla con el que mantiene un rumbo de colisión constante a lo largo de los últimos años y que llega en su momento más crítico. Entran en juego mil argumentos. Berizzo, que pudo ser, contra un Marcelino que supera cualquier expectativa. Su equipo es segundo en la Liga y no tiene techo: todavía quiere más. Por estado de forma y por entidad del rival la visita de los de Nervión desliza el marco perfecto para dar un golpe de autoridad, una confirmación rotunda y casi definitiva de la buena marcha de los de Marcelino. El Valencia espera a su afición. El equipo, con Guedes, Zaza o Kondogbia a la cabeza, contagia más que nunca y el estadio será una caldera. Hay llenazo a la vista para pasar por encima del Sevilla y alimentar todavía más la buena dinámica. Hoy, por lo tanto, juega Mestalla. Tenemos que estar todos. Tras dos años de depresión es momento de olvidar el pasado. Esta afición está dispuesta a tirar del carro.

«Nuestra idea es ganar porque jugamos en nuestro campo, porque vamos a tener a nuestra afición de nuestro lado y queremos brindarle la victoria», comenzó explicando Marcelino en su comparecencia previa al encuentro. El asturiano, convencido de que su equipo va a salir a por la victoria, esgrimió un discurso en el que precisamente la afición fue un argumento fundamental. «Imagino un campo lleno o casi lleno, los jugadores se lo merecen», continuó, «se palpa que la afición está muy ilusionada con su equipo, esperamos brindar un gran espectáculo, si podemos sufrir un poquito menos que el día del Athletic mejor, los tres puntos nos dejarían en una posición muy buena. La afición es determinante, Mestalla para el equipo de casa es una ayuda incuestionable y para nosotros, un equipo tan joven, todavía más. Encontrar una afición volcada en los buenos y los malos momentos nos ayuda a ganar. Su apoyo es muy importante. Ojalá seamos capaces de generarles satisfacción con nuestro juego y con nuestro ímpetu. Seguro que pasaremos por momentos de dificultad y los vamos a necesitar. En esos momentos es trascendental».

Mejorar defensivamente

El técnico espera un partido de unas características muy parecidas al que jugó el Valencia contra el Atlético de Madrid hace unas semanas y advierte de que «un rival de tanta entidad» exigirá estar «al nivel defensivo de ese día y mejorar en el aspecto ofensivo». Los cinco minutos de desconexión en el Villamarín no tienen mayor importancia para él, considera que es un episodio aislado en el que, además de la relajación propia de una goleada en la que el Valencia se sabía ganador, prima la efectividad del rival. «Estoy francamente satisfecho por cómo defiende el equipo salvo el segundo tiempo contra el Athletic de Bilbao. Una cosa es ver fríamente el número de goles encajados y otra el número de situaciones de peligro que genera el rival. El Betis nos metió tres goles y creo que tuvo cuatro o cinco ocasiones, un porcentaje de acierto muy importante, el partido ante la Real lo mismo. El equipo defiende bien salvo los segundos 45 minutos contra el Athletic. Si seguimos defendiendo con ese carácter colectivo el rival transformará muy pocas acciones de gol», sentencia. Hoy hay partido grande. Nadie puede fallar.