El pasado martes cuatro titulares se quedaron a ver en entrenamiento de los suplentes. Parejo, Zaza, Murillo y Garay salieron del gimnasio después de acabar su sesión de trabajo regenerativo y, lejos de marcharse al vestuario, se cruzaron el campo para sentarse en el banquillo y seguir sentados la sesión de sus compañeros suplentes.

La escena volvió a repetirse el domingo, horas después de la goleada al Sevilla en MestallaSevilla. Aunque esta vez eran ocho los espectadores -Parejo, Soler, Kondogbia, Guedes, Zaza, Murillo, Gabriel y Neto- que seguían la sesión de sus compañeros. Una prueba inequívoca del compromiso y el ambiente de equipo de este Valencia. Es la foto que hace equipo.Dani Parejo

Dani Parejose ha convertido en la extensión de Marcelino García Toral dentro del campo. El de Coslada, con la confianza absoluta del técnico, ejerce de capitán del Valencia como nunca lo había hecho. Mandando y dando órdenes en el campo, protestando al árbitro en representación del equipo, ´muriendo´ por sus compañeros en el césped -ha sido el primero en cumplir ciclo de cinco amarillas-, perdiendo tiempo como en los minutos finales contra el Betis y hasta arengando a sus jugadores en el vestuario. El sábado durante el descanso del Valencia-Sevilla lo hizo.

José Luis Gayà, otro de los capitanes, estaba dispuesto a encabezar la salida al césped del equipo tras el descanso. Dani le frenó con la mano. Antes quería dirigirse a sus jugadores en el túnel de vestuario. Parejo alzó la voz y recordó a sus compañeros que, a pesar del 1-0, tenían que mantener la concentración para evitar las relajaciones contra el Athletic de Bilbao y el Betis en los dos últimos partidos de Liga. Dos pájaras que le pudieron costar caro al equipo. Sus palabras fueron estas: «Que no nos pase lo del Bilbao que hasta que nos meten el gol no espabilamos, en el campo del Betis metimos y salimos en el descanso con una caraja y casi nos meten un penalti y no ganamos el partido». Inmediatamente después Gayà se unió a la arenga recordando a todos de que había que afrontar la segunda parte como si no llevaran ventaja en el marcador. «Salimos como si fuéramos 0-0, eh!», alentaba el de Pedreguer.

La arenga tuvo efecto en el equipo. Los goles de Zaza, Santi Mina y Guedes así lo corroboraron. Esta vez no hubo susto. El domingo por la mañana Parejo y Gayà volvieron a ejercer de capitanes. Esta vez desde las redes lanzando dos mensajes casi a la misma hora con una palabra común: «equipo». «Seguimos creciendo todos juntos, equipo y afición!», escribía Parejo. «¡Tres puntazos más, grande equipo!», escribía Gayà. Es uno de los grandes secretos del éxito de este equipo. Paulista lo reconocía al final del partido. «No pensamos en lo individual, somos una familia». Y lo son. El domingo se comprobó de nuevo en Paterna.